Hoy empezamos este 2º Calendario de Adviento y lo hacemos con un mensaje que vamos a tener presente durante los 25 días de este recuerdo de la Paz.
Has aprendido a caminar con esfuerzo y a hacer todas las cosas empujando como si de esa forma fueses a conseguir algo diferente. No dejas que la Vida siga su curso, antes bien quieres que se amolde a tus planes y deseos, y ya te has dado cuenta de que por mucho que fuerces las cosas, las retuerzas y las planifiques, ellas llevan su propio camino. Ese deseo de controlar lleva emparejado esfuerzo, el mismo que supone desviar el curso de un río que a la mínima oportunidad vuelve a su cauce.
Toda esa tensión se acumula en tu cuerpo y aparece en forma de dolor de cuello, espalda, lumbares, rodillas o cabeza. El cuerpo te avisa siempre de cuando estás luchando contra la marea, empujando el río.
Durante estos días, empezando hoy, vas a prestar atención a cuando la tensión aparece. El cuerpo es un buen indicador, pero también las emociones. Cuando te pilles corriendo, haciendo las cosas con prisa, con tensión o haciendo algo que te requiere esfuerzo, vamos a recordarnos unas simples palabras que a modo de bálsamo nos recuerdan que "no se necesita esfuerzo". Esas palabras son: " Sin esfuerzo ". Entonces simplemente tomas una respiración y dejas que el cuerpo se afloje y, al igual que una cuerda tensada a la que dejamos de ejercer presión, vuelva a su estado natural de reposo.
Deja que esas palabras calen hondo en tu vida, como el susurro de un buen amigo que ha venido a acompañarte y a recordarte que la paz es tu Hogar y la Vida tu camino hacia ella.
Al finalizar el día
Cierra los ojos y presta atención a tu respiración. Inspira y expira lentamente. Nota si existe algún tipo de tensión en el cuerpo y repite para ti mismo las palabras que hemos aprendido hoy: " Sin esfuerzo ". Repite estas palabras lentamente, como si fuese una nana que te reconforta, y permite que la tensión se vaya aflojando. No necesitas ser tú el que afloje la tensión, lo cual requeriría esfuerzo, tú función es simplemente repetir estas palabras a modo de mantra y dar permiso para que la tensión se afloje y la paz que siempre está presente se haga consciente.
Sin esfuerzo.
Inspirar y Expirar.
Es sencillo.
Sin esfuerzo.
Recordar la sencillez.
Volver a la tranquilidad que estaba buscando.
Reposar en ella.
Sin esfuerzo.
Descansar en este instante.
Dejarme caer en su abrazo.
Sin esfuerzo.
Sin esfuerzo.