El jueves amanecimos prontísimo porque a las 9h comenzaba nuestro seminario en la biblioteca de El Bosque, y se había creado mucha expectación. Había más de cien inscritos y todos con muchas ganas de aprender. Así que lo dimos todo, literalmente. Abrimos la maleta y contamos, cantamos, recitamos, reímos e incluso le añadimos un módulo de voz y cuerpo impartido por Bernardita, la ayudante de Alejandra. La gente estaba encantada, y no es para menos porque no solo nosotras lo dimos todo, sino que la organización y el cuidado por parte de Isabella y Amanda, las responsables de la biblioteca de El Bosque, también fueron exquisitos. El cuidado, la motivación, la creatividad y la atención resultaron ser sinónimos de éxito.
Al terminar la primera jornada en El Bosque nos quedamos estancadas en el mall o centro comercial de Plaza Egaña y nos resultó muy difícil salir. No por no encontrar la puerta, sino por estar terriblemente cansadas. Finalmente, no sé cómo, conseguimos llegar a casa, cenar en familia y disfrutar de la cama.