Como nuestro objetivo principal era asistir al desfile de Andrea Urquizu y todavía faltaban dos horas, paseamos por el predio y recorrimos los diferentes stands. No tengo mucho para decir de eso más que que la lencería de Jesús Fernandez es hermosa y el stand de Vulk es lo más.
Me saqué una foto en el stand de Hard Rock cual turista que se saca fotos con absolutamente todo lo que ve, y hasta tuve tiempo de reconfirmar el hecho de que este año no voy a poder estudiar periodismo de moda en Espacio Buenos Aires porque tengo que tener dieciocho años. Ya falta menos Melu, fuerza.
Creo que uno de los highlights de este BAFWeek fue haber conocido a Jucho, Luci y Martu, tres hermanas bloggers que me encantan. Ah sí, y la coca que tomé en la sala de prensa también estuvo bastante bien (y fue gratis).
Ahora pasemos al desfile. Hice la cola de prensa por un rato, y cuando entré tuve la hermosa suerte de que me dejen sentarme en la tercer fila. Había estado en el desfile de Daniela Sartori (el anterior) y la sala no había estado del todo llena, así que supuse que ésta tampoco lo iba a estar.
Pregunté a quien estaba sentada al lado mío si podíamos pasarnos a fila dos y me dijo que no sabía. Después de unos casi-minutos pensando, me levanté, fui hasta el fondo, y me pasé a la segunda fila.
¿Qué hacía yo, en mis diecisiete años, con nulo conocimiento de moda y papás que no tienen nada que ver con ese mundo, sentada en una segunda fila de un desfile? No sé, pero Tavi G. lo hizo a los trece, y no solo se sentó en primera fila en el NYFW, sino que hasta Karl Lagerfeld quiso sacarse una foto con ella. De todas formas fue una situación tan irreal que me cuesta creer.
El desfile me encantó. Mis inexpertas felicitaciones a Andrea Urquizu por la hermosa colección.
Blanco y negro, empezamos bien. Los cortes de todas las prendas eran perfectos y super limpios. Lo que más me gustó de la colección es que las prendas realmente las podías usar, no eran extravagantes ni extremadamente raras.
Las y los modelos me encantaron, los peinados me fascinaron y los sombreros fueron un accesorio que sumó muchísimo tanto en ellas como en ellos. La musicalización también me gustó.
En pocas palabras, me encantó.
(La cuarta cabeza de la segunda fila soy yo en mi momento de esplendor)