Desde pequeños necesitamos tener la seguridad de que alguien arreglará todo aquello que consideramos necesario. Vivimos en la era de la tecnología. Hasta hace poco, lo que no servía se tiraba porque resultaba mas barato que arreglarlo. Pero hoy en día dado la temida crisis en la que nos vemos envuelta parece que nos hemos concienciado en que esos aparatos técnicos pueden tener una segunda oportunidad.La verdad es que a mi en particular me deja mas tranquila porque si algo me enseñaron mis antepasados es que a tirar nadie se hizo rico y si puede arreglarse ¿porque no hacerlo?Eso de estar a la última es cosa de nuestros "ricos" que viven en ese "mundillo" donde tener lo último es lo que da prestigio. Pero a nosotros lo que nos da prestigio es salir adelante, poder dar de comer a los nuestros y contar con unos ahorrillos para los caprichos o necesidades!
Hoy os vengo a hablar de una empresa Central Ibérica Telecomunicaciones que ofrece un servicio técnico de reparación y mantenimiento de aparatos electrónicos: televisores, equipos, proyectores, sonido... localizado en Madrid. Así que pido especial atención a mis lectores madrileños. Se trata de una EMPRESA asi con mayúsculas de gente de confianza que están dispuestos a hacerte un presupuesto GRATUITO para que tu misma compruebes si te es rentable!Incluso te ofrecen la posibilidad de ir hasta tu casa... siempre trabajando con la MÁXIMA GARANTIA y rapidez!Entre sus clientes destacan importantes empresas que avalan la calidad de su servicio: Trabajan con las principales marcas del mercado:
Y si tienes dudas cuentan con un servicio telefónico donde estarán encantados de atenderte:Y una de las características que mas me ha gustado es que: Ofrecen televisores de sustitución gratis mientras reparan el tuyo!!Así que pocas excusas te quedan para no intentar reparar ese televisor que empieza a darnos problemas cuando solo debería entretenernos, en un mundo que ya esta lleno de malas noticias. Empresas como estás son las que nos animan y nos dan la confianza que necesitamos para dejar nuestros pequeños tesoros, esos televisores que nos "entretienen" cuando casi todo nos amarga.