“Y en ese momento, te juro que éramos infinitos”
Las ventajas de ser invisible
Siempre me he considerado una persona que le gusta sentarse en un auto y disfrutar del viaje observando cada detalle, mezclando los pensamientos, haciendo volar la imaginación hasta perderme y solo tener la sensación de sentirse infinita. En estos viajes el único recuerdo que queda está en nuestro interior. No son imágenes sino más bien después de un tiempo se transforman en déjà vu.
En este ultimo tiempo he tenido que hacer un recorrido lleno de verde y lloviznas. Uno donde la mayoría de las veces el vidrio de la ventana esta empañado, pero esto lo hace un poco mas interesante, ya que hace florecer los sentimientos que nos inundan.
En la ida siempre me acompaña la incertidumbre, la organización, los tiempos… En el retorno el análisis, el anochecer que en esta época es muy temprano y el agotamiento luego de un gran día.
“Lo más importante no es el final del camino, sino el camino.Quien viaja demasiado aprisa se pierde la esencia del viaje” Louis L’ Amour