Tienes la necesidad de que otras personas te quieran y admiren, y sin embargo eres crítico contigo mismo. Aunque tienes algunas debilidades en tu personalidad, generalmente eres capaz de compensarlas. Tienes una considerable capacidad sin usar que no has aprovechado. Disciplinado y controlado hacia afuera, tiendes a ser preocupado e inseguro por dentro. A veces tienes serias dudas sobre si has obrado bien o tomado las decisiones correctas. Prefieres una cierta cantidad de cambios y variedad y te sientes defraudado cuando te ves rodeado de restricciones y limitaciones. También estás orgulloso de ser un pensador independiente; y de no aceptar las afirmaciones de los otros sin pruebas suficientes. Pero encuentras poco sabio el ser muy franco en revelarte a los otros. A veces eres extravertido, afable, y sociable, mientras que otras veces eres introvertido, precavido y reservado. Algunas de tus aspiraciones tienden a ser poco realistas.¿Acaso no parece acertado? Desde que tengo edad para manotear alguna revista siempre me llamaron la atención tanto los horóscopos, como esos test de personalidad que alli muestran. De pequeño sentia que quien escribia esto era gente realmente inteligente y los creia aunque me parecia poco lógico (o en aquella época simplemente raro). Linda época de todas formas. Sin embargo de más grande, comencé a creer que los "resultados" obtenidos podrian ser válidos para muchas personas (hasta un perfecto ser opuesto a mi), es decir ¡Hay mucha gente que responde a estos preceptos! Por ende ese sentimiento de falta de lógica parecia cada vez más fundamentado. Y hace poco, mientras me hallaba a la deriva en la WEB, me encontré con la existencia del efecto Forer...
Bertram Forer (1914-2000) fue un psicólogo estadounidense conocido por descubrir el efecto que lleva su nombre, el cual también es llamado efecto de validación subjetiva (o efecto Barnum). Forer encontró que la gente tiende a aceptar descripciones personales vagas y generales como excepcionalmente aplicables a ellos mismos sin darse cuenta que la misma descripción podría ser aplicada a cualquiera.
Para comprobarlo realizó un interesante experimento. En 1948, dió un test de personalidad a sus estudiantes, ignoró sus respuestas, y entregó a cada estudiante una evaluación (la misma frase que pedí que leyeran al comienzo). Luego les pidió que la evaluaran de 0 a 5. El promedio de valoración de la clase fue de 4.26. La prueba ha sido repetida cientos de veces con estudiantes de psicología y el promedio aún está alrededor de 4.2.
Así convenció a sus estudiantes de que podía conocer su personalidad, dada la exactitud de la evaluación. Lo que ignoraban era que dicha evaluación era la misma para todos, y que fue obtenida de horóscopos. El efecto Forer parece explicar, por lo menos en parte, por qué tanta gente piensa que las pseudociencias “funcionan”. Astrología, astroterapia, biorritmos, cartomancia, quiromancia, eneagramas, adivinación, grafología, etc., parecen trabajar porque aparentemente proporcionan análisis acertados de la personalidad.
Forer lo explicó en términos de credulidad de la gente. Estudios científicos sugieren que se tiende a aceptar afirmaciones acerca de ellos mismos en proporción a su deseo de que las afirmaciones sean verdad más que en proporción a la exactitud empírica de las afirmaciones medidas por algun patrón no subjetivo. Tendemos a aceptar declaraciones cuestionables y hasta falsas acerca de nosotros mismos, si las estimamos positivas o lo suficientemente halagadoras. Esto me hace recordar la frase: "Las palabras elegantes no son sinceras; las palabras sinceras no son elegantes." de Lao Tse.
Estudios posteriores concluyeron que los sujetos dan una evaluación más alta si se dan las siguientes características:- el sujeto cree que el análisis se aplica sólo a él
- el sujeto cree en la autoridad del evaluador
- el análisis enumera mayormente atributos positivos
Personalmente no creo en las pseudociencias. Sin embargo no puedo no respetar a quienes si lo hacen. Es simple cuestión de tolerancia aunque suene que lo escribo como algo políticamente correcto. Y considero un horror que muchos ladrones se fíen de la buena voluntad de la gente y haga uso de artimañas para embaucarlas en algo tan íntimo y personal como es la fe, o la ausencia de ella. No puedo culpar a nadie por creer en esas cosas, cuando el mundo en que vivimos tiende al caos y estas se asoman como tablas en un naufragio, aunque personalmente no me subiría...
Fuentes:Wikipediahttp://www.skepdic.com El diccionario del escéptico.