Ha sido el día 7 de #30DiasEnBici un día de muchos desplazamientos en bici y viví muchas emociones ciclistas. Por la mañana, participé en la Mobility Week del IES Montevil de Gijón, contando a la chavalería de 2º y 3º de la ESO qué es 30 Días en Bici.
Al llegar al Instituto emociones encontradas. Me encuentro con 1000 m2 de espacio dedicado a aparcamiento de coches (del profesorado, claro) completamente abarrotado y espacio para aparcar unas 8 bicicletas (una plaza de cohe holgada básicamente). Y el centro tiene 800 m2 para patio de recreo. Bien trazadas las prioridades, señoros y señoras.
Una vez dentro del centro, el paraíso ciclista: decenas de posters sobre todos los aspectos del uso de la bicicleta, beneficios, comparativas de uso por continentes, etc. etc. etc.
Lo gordo del asunto es que tenía que hacer mi presentación en inglés ¡y aquí me tenéis 45 minutos hablando en inglés! Un esfuerzo tras el que mi cerebro pedía cama a gritos.
Por suerte había otros muchos desplazamientos en bici pendientes después y la verdad es que mientras le daba a las piernas me iba bajando el cortisol y me pude concentrar mejor en las siguientes tareas administrativas y en la preparación de la última cita con las Conversaciones sobre Bicicleta y Cerebro.
Y cuando ya iba de vuelta a casa me he encontrado con este otro alegre pelotón, con Raquel al mando de unos 30 chicos y chicas del Colegio Pumarín y ha sido una gozada.
Una conclusión: Hay un montón de centros educativos que está haciendo esfuerzos por educar para la movilidad ciclista con muchos obstáculos y prejuicios. Pero esto no se visibiliza de ninguna manera. Lo que si son bien visibles son los coches aparcados en el patio, enseñoreándose del espacio público, incluso en una institución educativa.