Día 9: De Donegal a Irlanda del Norte

Giant Causeway - Glo Ribas - Irlanda 2017

Domingo, 6 de agosto 2017
Otro día intenso y lleno de emociones nos esperaba en la 9ª etapa de nuestra ruta por Irlanda. Cuando empezamos la jornada no esperábamos vivir uno de los atardeceres más bonitos de nuestras vidas, en el que es uno de los lugares más extraordinarios del planeta. Antes de vivir ese momento tan especial visitamos los acantilados más altos de la isla y cruzamos la "frontera" a Irlanda del Norte.
Si quieres saber con más detalle todo lo que hicimos durante ese día te invitamos a que sigas leyendo.
Tras levantarnos pronto y dejar las maletas preparadas bajamos a desayunar. La propietaria nos esperaba con su batín y nos preguntó que queríamos desayunar y decidimos compartir unas tostadas con salmón ahumado y un Irish Breakfast. Cuando terminamos subimos a por las maletas, nos despedimos y empezamos nuestra ruta.
El día amaneció bastante feo... lluvia, niebla y aire eran los protagonistas y nosotros sólo hacíamos que cruzar los dedos para que se despejara un poquito y poder disfrutar del lugar que íbamos a visitar. Después de 2:30h llegamos a la Slive League y el día se había medio despejado... La Slive League  son los acantilados más altos de Europa con una caída vertical de 600m. A la llegada veréis que hay un parking a mano izquierda en el que se puede dejar el vehículo e ir andando hasta los acantilados. Nosotros al llegar así lo hicimos pero cuando empezamos a andar vimos que el cielo se volvía a oscurecer, que había un buen trozo y que pasaban varios coches por la carretera superior, así que David fue en busca de la furgoneta para ir un poco más rápido. Al cabo de 1,5km llegamos al parking que hay en la parte superior, al lado de los acantilados. Es un parking muy pequeño y en verano puede estar lleno.Cuando nos acercamos al mirador para contemplar los acantilados nos quedamos boquiabiertos. Sí que no son tan espectaculares como los de Moher por el conjunto, pero sí que impresiona, y mucho, la caída hasta el mar. El tiempo de contemplar tal belleza y hacer 4 fotos fue el justo para que empezara a subir una niela espesa y empezar a diluviar. Suerte que al final decidimos ir hasta allí en la furgoneta, que si no aún hoy estaríamos con un buen resfriado.

Parking que se encuentra a la llegada.

Pista que te lleva a la Slive League

Slive League

Deshicimos camino y paramos en Donegal ya que de camino a la Slive League sólo cruzamos el pueblo. No es la ciudad más grande del condado pero sí que es la capital y la que da nombre al condado. De ella visitamos el Castillo de Donegal el cual nos entraba como una de las atracciones turísticas que se pueden visitar con la tarjeta del Patrimonio de Irlanda.
El Castillo de Donegal fue construido en el siglo XV y reconstruido en 1623 conjuntamente con una casa de estilo jacobino de 3 plantas. Posteriormente, en 1990 se volvió a restaurar dándole al castillo un aspecto más acogedor. En sus salas aún se puede ver mobiliario, tapices y alfombras que nos ayudan a recordar como sería en su momento.

Castillo de Donegal

Planta baja del castillo

Salón principal

Sala del último piso que se utiliza como espacio expositivo

Tras la visita barajamos la opción de comer en Donegal pero aún no teníamos hambre, así que seguimos nuestro recorrido hacia el norte. Cuando nos entró hambre coincidió con la llegada a Letterkenny, la ciudad más grande del condado. No la visitamos ya que al cruzarla tampoco nos entusiasmó demasiado. Fuimos en busca de un centro comercial de las afueras para buscar si había algún sitio abierto para comer, ya que deducimos que al ser domingo era una opción más que segura. A las afueras de la ciudad encontramos uno y con un restaurante abierto en el cual comimos de maravilla. Después de comer fuimos a dar una vuelta por el PENNY'S, aquí lo conocemos como Primark, y realizamos 4 compras.

Nuestra comida

Antes de dejar Letterkenny rellenamos el tanque de gasolina ya que investigamos antes del viaje y vimos que la gasolina en Reino Unido era mucho más cara.
Al cabo de pocos minutos cruzamos la "frontera" a Irlanda del Norte. No hay una frontera física sino que te das cuenta por las medidas de longitud y por el aumento de coches con matriculas británicas.Nuestra primera parada fue Derry. Derry es la segunda ciudad más grande de Irlanda del Norte, fue declarada Ciudad de la Cultura 2013 del Reino Unido y esto contribuyó a un cambio de imagen del centro de la ciudad. Es una ciudad con una historia muy interesante y además creemos que es imprescindible leer un poco sobre el asedio de la ciudad, la Batalla del Bogside y del Domingo Sangriento para entender un poco mejor la idiosincrasia de Derry.
Nuestra primera parada fue el Barrio del Bogside. Éste es el barrio más obrero de la ciudad y en el que sucedieron dos de los acontecimientos históricos que marcarían para siempre la vida de Irlanda del Norte: la Batalla del Bogside y el Domingo Sangriento.
En el Bogside básicamente visitamos los 12 murales que decoran la Rossville Street, realizados por los vecinos, y artistas, del barrio Tom Kelly, Will Kelly y Kevin Hasson entre 1997 y 2001. La temática de los murales son sobre los sucesos claves que ha vivido el barrio como Los Disturbios, la Operación Motorman y la Huelga de Hambre de 1981. Los murales más impresionantes son los pintados en blanco y negro. Además, en el barrio, también visitamos el Free Derry Corner. Esta pared, pintada de color amarillo y con la frase "You are Now Entering Free Derry" en grandes letras negras, es lo único que queda del antiguo Bogside.

Free Derry Corner

Mural The Petrol Bomber

Mural The Death of Innocence

A la izquierda el mural Operación Motorman

Mural de la Paz

No nos entretuvimos demasiado en el barrio. Además de empezar a llover teníamos una sensación rara, no estábamos a gusto... nos entró como mal rollo... así que pasamos a visitar el centro histórico de la ciudad.
En la guía nos aparecía un circuito a pie de 2 Km en el que se puede ver, desde las murallas, los edificios más relevantes de la ciudad y creímos que sería una buena manera verla. Durante el circuito por el centro hay diferentes paneles informativos en los que se da una buena explicación de estos edificios históricos y de las partes de la ciudad que se divisan desde ahí.

Ejemplo de panel informativo que encontramos a lo largo de todo el recorrido

Capilla de San Agustín

Panorámica del Bogside

First Derry Nationals Schools

Guildhall

Seguíamos con esa sensación rara... no sabemos si porque era domingo y no había gente, o si porque nos emparanoiamos nosotros solos por el hecho de llevar coche con matrícula de la República de Irlanda, o porque sentíamos que nos miraban más de lo normal la poca gente que vimos, o era que notábamos una sensación de calma tensa... pero cuando terminamos el paseo pusimos rumbo hacia el hostel para hacer el check in.
Esa noche dormíamos en Portrush. Es una localidad costera, no demasiado grande, en la que en verano hay un gran número de personas ya que hay muchas actividades para hacer en familia,  además es un lugar ideal para hacer surf y hay el club de golf más importante de Irlanda.
Nos alojamos en el que fue el mejor hostel que hemos estado durante todo el viaje, el Portrush Holiday Hostel. El personal es más que amable, las zonas comunes son inmejorables y la habitación perfecta. Esa noche compartíamos habitación con dos personas más, dos chicas, y el baño estaba dentro de la habitación. Sin duda es un alojamiento que recomendamos al 100%



Cuando nos medio instalamos miramos a ver que podíamos hacer. Nuestra idea era levantarnos muy pronto al día siguiente para visitar la Calzada de los Gigantes evitando pagar entrada (antes y después del cierre del centro de visitantes no hay vigilantes que te cobran la entrada del parking y del centro de visitantes, y puedes acceder a Reserva Natural libremente).
Al mirar el  reloj eran las 19:30h y comprobamos que en verano cerraban a las 19h el centro de visitantes de la Calzada de los Gigantes así que, sin pensarlo dos veces, nos fuimos corriendo a la furgoneta para ir hacia allí. Jugábamos con la baza de que anochece mucho más tarde que en España así que podríamos contar con un poco más de luz para disfrutar del lugar.
En menos de 15 minutos nos plantamos en el parking. Por ahí no había ningún rastro de guarda de seguridad ni nadie que nos fuera a cobrar las 10,50 Libras por persona que vale... lo que si que vimos fueron varios coches que hacían lo mismo que nosotros así que, sin pensarlo dos veces, entramos al espacio de la Reserva Natural.
No hace falta que os digamos que os recomendamos al 100% esta opción para visitar el lugar ya que disponéis de mucho más tiempo para poder disfrutar del paisaje, sin la necesidad de pagar nada y además hay muy poca gente, cosa que hace que saborees mejor la experiencia. En diferentes webs encontraréis otras opciones para ahorraros algo de dinero, pero la opción totalmente gratuita es la que nosotros hicimos.
Se tiene que caminar unos 10 minutos hasta llegar a la lengua de las columnas de basalto. El paisaje hasta llegar es precioso y la zona de la lengua de basalto vista des de lejos puede decepcionar, porque  por fotos parece un lugar muy grande pero desde lejos no es así. Pero cuando empiezas a andar por encima de las columnas y te mimetizas con el lugar te faltan ojos para mirar... es un lugar maravilloso, se crea un vinculo entre el visitante y la naturaleza mágico e hipnótico ya que es difícil dejar de mirar hacia la lengua que se adentra al mar. Tuvimos la suerte que el tiempo nos respetó muchísimo y disfrutamos de una puesta de sol de postal. Sin dudarlo ni un instante este lugar está en el primer puesto de mi lista de lugares favoritos de Irlanda.

Camino que lleva a la calzada

Lengua de columnas de basalto

Como veis prácticamente estábamos solos

Columnas de basalto llamadas "El Órgano"

Final de la lengua cuando el sol ya había caído

Nos despedimos de la Calzada de los Gigantes a las 21:45h. Al volver hacía el hostel vimos que la mayoría de lugares donde comprar algo de cena estaban cerrados. Encontramos una gasolinera con una pequeña parte de supermercado y compramos unos sandwichs que los comimos en la zona común del hostel. Al terminarlos subimos a la habitación y nos pusimos los pijamas evitando hacer el mínimo ruido posible para no despertar a nuestras compañeras.
El día terminó de una manera apoteósica y sin duda lo mejor es que al día siguiente no nos teníamos que levantar al salir el sol para poder visitarla. La jornada siguiente sería bastante intensa y teníamos que descansar para afrontarla como se debía.
Si queréis conocer un poco más todo lo que se puede hacer en Irlanda del Norte, ¡os esperamos en la siguiente publicación!

Mapa ruta 9