Estoy que trino, cabreada, con un dolor que te cagas en la rodilla y mi desahogo elegido es este post. Por no liarla.
Y es que hoy, 11 de marzo, además de ser mi 7º aniversario de boda, me han operado para quitarme un dermatofibroma. Que a ver, que es lo más simple de todo lo que puede haber en un quirófano, seguro. Vamos, ni quince minutos ha durado la intervención. Y para casa. Hala! Vida normal. Y yo... pues vida normal, que no soy nadie pa' quejarme.
Como no sabíamos a qué hora estaría lista, después de la guarde hemos llevado a Bruno con mis suegros y a Marcela la ha recogido uno de nuestros amigos, que lleva a su hija al mismo cole, así que al salir del hospital hemos ido a hacer la compra y a las cinco ya estaba en casa; marido se ha ido a entrenar y servidora, desde las cinco hasta las seis y pico de la tarde ha estado sola en casa, ummmmm. Guardando la gran compra, recogiendo ropa, doblándola, tendiendo otra lavadora, haciendo camas... vamos, lo que viene siendo descansar. Pero bien.
A las seis y algo mis suegros han traído a los niños a casa y ya nos hemos quedado los tres, intentando hacer algo de provecho: Marcela dibujando; Bruno tirando los colores al suelo, pataleando, llorando, chillando... Vamos, lo que viene siendo estar tranquilo. Y así, choto tras choto brunil hasta que los he metido en la bañera a eso de las siete y media.
Y desde esa hora mirando el reloj, a ver si con un poco de suerte y teniendo en cuenta 1º. que es nuestro aniversario, 2º. que me acaban de poner unos cuantos puntos en la rodilla y 3º. que mi casa-piso es un dúplex y, por lo tanto, tiene escaleras, pues a marido igual se le ocurría acabar un pelín antes y llegar para echarme un cable. Vamos, que si su hora de acabar de entrenar en Benicàssim son las 19.30 h. - que siempre es más - y a casa suele llegar a las 20.00h. , pues que hoy no llegase más tarde, con eso me conformaba.
Y las 20.20 h., las 20.40 h.... joder! ya le ha tocado quedarse a hablar con algun padre/madre, o con el Presi, o con otro entrenador... uff, qué oportuno. Y entonces empieza a subirme la mala leche, porque ya llevo unas cuantas subidas y bajadas de escalera y la rodilla hace un par de horas que me duele. Whatshap "tardas mucho? éste está insoportable" - porque Bruno seguía llorando por todo y encima en mis brazos.
Y a los cinco minutos le llamo:
- Te falta mucho? - con tono un poco enfadado
- Ya voy, que me he quedado jugando con los chavales - como si tal cosa
- Ah, genial, porque mi rodilla está de puta madre!!! - aquí la palabra no era enfadada, ejemmmm
Bueno, en lugar de esto, yo me puesto a escribir
Al llegar a casa mil disculpas - algo muy a valorar, que no es muy dado a pedirlas - y un:
- Joder, se me había olvidado (lo de la rodilla), ha sido un fallo, un fallo grave, lo siento.
En fin, que mientras los peques han cenado, él los ha acostado y yo he ido escribiendo este post, el cabreo ha disminuido, pero ya le vale.
Ah! Mañana es su cumple y aun no le comprado el regalo. Tampoco sé si lo haré ;-).
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