Revista Sociedad
Hoy es Jueves Santo, un día importante de la Semana Santa que se celebra con fervor y devoción en muchos lugares de España. La liturgia nos invita a profundizar en el misterio de Cristo. Quien quiera seguir su ejemplo deberá sentarse a su mesa y ser espectador atento de todo lo que aconteció en aquella noche santa. En el Cenáculo, se reunió, por última vez, con sus apóstoles, a celebrar la cena de Pascua. Tengo razones para creer que María estaba presente y acompañaba a su Hijo en aquellos decisivos momentos. Como signo de humildad y sencillez debemos considerar que Jesús lavase los pies a todos sus discípulos, pidiéndoles que ellos también se los laven unos a otros. En la liturgia, el sacerdote lava los pies a doce feligreses. El evangelio de San Juan presenta a Jesús "sabiendo que el Padre había puesto todo en sus manos, "que venía de Dios y a Dios volvía, nos da un ejemplo de amor hasta el límite". A todos nos escucha y acoge sin reservas. En aquella memorable noche, quiso quedarse, sacramento permanente, en forma de un pan y un vino convertidos en su Cuerpo y en su Sangre para todos que, con fe, quieran recordarle y aguarden su venida definitiva al final de los tiempos. De esta forma, antes de ser entregado a sus enemigos, Cristo se entrega como alimento. Así quedó constituida la Eucaristía.