Revista Diario

Día de la madre

Por Belen
Día de la madre
Día de la madre
Lo sé, lo sé, voy con cierto retraso contándoos cositas, pero con el peque malito todo se hace un poquito más complicado, el tiempo cunde menos y cuando una duerme poquito todo se hace más despacio.
El domingo fue el día de la madre, además del día del trabajo. Sé que algunas no lo celebráis o no os gusta, o lo consideráis un día meramente comercial. Tenéis razón. Pero cuando tu pequeño viene a casa con un regalo hecho con sus manitas y su carita expresa una mezcla de ilusión, emoción y amor, el Día de la Madre adquiere una nueva dimensión y pasa a tener mayúsculas.
Así ha sido con mi hijo. Ya el año pasado en la Ludoteca algo hizo, pero le ayudé yo y claro, no tuvo la misma emoción. Aunque a mi me ilusionó muchísimo, para que nos vamos a engañar.
Este año ha sido muy especial, ha habido regalo hecho con sus manitas, ha habido picardía, secreto, y mucha, mucha, mucha ilusión.
La pasada semana el Peque contó a su padre que me estaba haciendo un regalo en el cole, pero, ¡¡era un secreto!! y no se le podía contar nada a mamá. Y así fue, no me contó nada de nada, por primera vez ha sido capaz de guardar un secreto. Y el viernes a la hora de comer, sacó su regalo. Estaba tan emocionado. No me dejó casi tocarlo, se lo dió a su abuelo y me dijo -"hasta el domingo no se puede abrir mamá". Y así fue, llegamos a casa lo dejó en una estantería y no me dejó tocarlo hasta el pasado domingo cuando me lo dió con una carita de orgullo y satisfacción.
Como podéis ver en la foto se trata de una flor hecha con plastilina, y dibujada, y una tarjeta donde aparecemos los dos en un dibujo hecho por él. Estoy encantada con el regalo de mi chiquitín, para que lo voy a negar.
Y como digo, el Día de la Madre es distinto cuando tu hijo te hace un regalo como este, te dice lo mucho que te quiere y se esfuerza tanto por conseguir un obsequio especial para mamá. ¡Gracias cariño!.
No hay un día especial para una madre, cada día es único e irrepetible. Unos mejores y otros peores, desde luego. Pero todos los días que pasamos junto a nuestros hijos son especiales. Todos los días hay un Te quiero, y un abrazo, y una demostración de amor, pero que uno de esos días tu hijo te de un regalo hecho con tanto amor también es maravilloso.

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