Ayer ocho de Marzo se celebró el día de la mujer trabajadora, y se soltaron muchas tonterías y algún comentario acertado sobre las diferencias en condiciones laborales, claramente discriminatorias para la mujer, en especial en un país subdesarrollado económica y sobre todo mentalmente como España.
Ni un solo periodista español, que yo sepa según lo que oí y leí, se refirió a lo que en mi opinión es la principal razón de que esta discriminación sea elevadísima en España.
Los países donde la remuneración de la mujer es similar a la del hombre, la mujer que tiene hijos disfruta de una serie de importantes ventajas sociales que reducen muy considerablemente e incluso anulan al menos parte del coste que para la empresa supone el embarazo de una empleada.
La mayoría de mujeres trabajan para empresas privadas que lógicamente las contratan teniendo en cuenta y de alguna forma descontando el riesgo de que la mujer quede embarazada y suponga un coste adicional para la empresa.
Las ventajas sociales mencionadas, que en algunos casos llegan a compensar parcialmente incluso el sueldo de los meses en que la mujer se ausentará de su trabajo, reducen a mínimos perfectamente soportables la diferencia de costes extras por hechos imprevisibles entre mujer y hombre y en consecuencia la remuneración que pagan las empresas no soporta grandes e injustas diferencias entre sexos.
Todo esto es puro sentido común, pero ni los periodistas ni los políticos de países mentalmente subdesarrollados se enteran.
Aunque no viene a cuento voy a comentar un sonoro rebuzno porque si no lo hago reviento. Xavier García Albiol, un imbécil que está convencido que los imbéciles somos todos menos él, ha rebuznado que Artur Mas se escondió como un conejo mientras Rajoy da la cara. Mas cometió errores, sobre todo de estrategia, pero al final supo apartarse justo a tiempo para facilitar la investidura y demostró su elevada categoría política. De Rajoy sabíamos que, entre otras cualidades pestilentes, es un gran mentiroso, un inepto y un inútil, un cobarde que ante los grandes problemas no busca su solución sino algo donde esconderse, y en la actual problemática de la investidura ha demostrado además que es vil, rastrero, grosero y maleducado y lo ha hecho además con todo el mundo y delante de todo el mundo, corona incluida.
Como siempre con el PP al revés te lo digo para que lo entiendas como a nosotros nos interesa, y hay asnos que todavía se creen sus mentiras y tergiversaciones.
Que Rajoy es un desastre lo prueba además el que contra la opinión de muchos de los miembros catalanes del PP nos colocó en Catalunya primero a la calamitosa y demoledora Alicia Sanchez Camacho, que ahora se dedica a montar sus catástrofes en el Congreso de los Diputados, desde su puesto de Primera Secretaria al lado de otro bodrio infumable del PP que a mí me da vergüenza ajena: su Vicepresidenta Primera Celia Villalobos, y en su lugar, y cuando todavía no nos habíamos repuesto de la devastadora Sanchez Camacho, coloca a un engendro todavía peor, el infausto García Albiol. Dos personajes, doña Alicia y don Xavier que son incapaces de abrir la boca sin vomitar toneladas de inmensas sandeces, pero que han recogido lo sembrado cuando en las últimas elecciones al Parlament de Catalunya las papeletas a favor del PP cabían en una sola urna y sobraba espacio.
Según el barómetro del CIS del mes de febrero la segunda preocupación de los españoles es la corrupción solo después del paro. Seguramente debe ser por el subdesarrollo mental antes mencionado que todo y esta preocupación el partido más votado en elecciones generales sea el más corrupto.