. Se venera a Pachamama, la Madre Tierra, considerada como quien hace crecer las cosechas, cuida los animales silvestres y ayuda a tejedores y alfareros... En esta fiesta, además de pedir y agradecer a la Madre Tierra por las cosechas y el ganado, se busca su protección al viajar por los caminos de montaña, junto a los cuales siempre hay apachetas hechas en su honor. Son montones de piedras donde el que pasa deja como ofrenda alguna hoja de coca o una piedra más. Al sembrar, cosechar y marcar el ganado, la familia invita a sus amigos para agradecer a la Pachamama. Se hace un hoyo en la tierra y allí, “se da de comer” a la Madre Tierra con hojas de coca, bebidas y cigarrillos. Esta es una de las tantas fiestas, que guarda un gran tesoro cultural de la provincia de Jujuy, se pude afirmar que costumbre-crencia sea tal vez la más antigua de las religiones humanas, por cuanto sobrevivió a los grandes cambios culturales, a la imposición de otras culturas foráneas y aún sigue claramente vigente, de diversas maneras, en cada habitante, que gozoso y alegre festeja sin cesar el ritual que cada año, pinta los paisajes y refresca las fronteras del alma.
