Se trata del joven que golpeó a sus amigas a raíz de un ataque de celos, durante una reunión en Piedra del Águila. También se lo imputó por abuso.
El hecho en cuestión fue el denunciado por las propias víctimas en julio pasado y que causó gran conmoción en esa localidad por la violencia que lo caracterizó. "Se juntaron cuatro mujeres y tres hombres, todos de entre 17 y 20 años. En un momento, un joven de 20 se molestó, aparentemente al ver que una de las chicas bailaba con otro amigo. Y como ella no quiso bailar con él, le dio un golpe de puño en el rostro a la joven y se fue a su casa", había relatado el comisario Edgar Vargas a LM Neuquén.
Tras la reacción del agresor, dos de las chicas fueron tras él y lo siguieron hasta su casa, a tres cuadras, para reprocharle su comportamiento. El violento, lejos de arrepentirse, las golpeó. Una de las jóvenes, al ver que el chico no desistía de su agresión, intentó escapar, pero fue alcanzada por el joven, quien luego de que ella tropezara y cayera, siguió golpeándola y pateándola.
Las posteriores denuncias motivaron la intervención de la fiscalía local, con el letrado Adrián De Lillo a la cabeza, quien acusó al violento de lesiones leves agravadas por mediar violencia de género (dos víctimas) y solicitó la medida cautelar domiciliaria, que viene cumpliendo desde entonces.
Por otra parte, en los meses de investigación transcurrida también se comprobó la participación de la madre del agresor, por lo que también quedó imputada por lesiones leves como coautora (una víctima).
Asimismo, se conoció que una nueva denuncia por un episodio previo a la pelea de esa misma noche, en el cual la víctima denunció que fue abusada por su amigo mientras estaban en el living de la vivienda. "El imputado se valió de esta situación y aprovechó que la joven no podía consentir libremente la acción, ya que se encontraba de espalda", señaló la fiscalía, quien por ello concretó una nueva acusación por abuso sexual simple.
Por todo esto y teniendo en cuenta que la cautelar estaba próxima a vencer, el fiscal del caso solicitó en una audiencia esta semana que se prolongue la prisión domiciliaria del acusado por el plazo de 45 días. El requerimiento estuvo fundado en el peligro de entorpecimiento, a los fines de cautelar el testimonio de las víctimas y testigos.
En simultáneo solicitó una prórroga de la etapa preparatoria por un plazo de un mes.
Finalmente, el juez de garantías dispuso la extensión de la investigación y prorrogó la prisión domiciliaria con el control de rondines policiales y la prohibición de contacto por cualquier medio con las víctimas hasta el 6 de noviembre del corriente año.