Sexto día del padre que vivo como tal y sexto post que escribo en este blog.
Somos familia numerosa de cinco miembros y a punto de ser 6. La gente se pregunta si estamos locos, pero yo eso ni me lo planteo, la respuesta es obvia, SI.
Todo es muy bonito y maravilloso, pero no es tan de color de rosa como puede parecer. Los niños están constantemente liándola y rompiendo cosas, vamos que se va un presupuesto en resolver y arreglar sus trastadas. El sofá, el coche, moviles, ordenadores y cualquier otra cosa que esté a su alcance corre un serio peligro, y con ello la gran duda cada vez que rompen algo… ¿Lo reemplazo, lo arreglo o prescindimos de ello hasta que tengan edad para cuidar las cosas? (arreglarlo supone una inversión de tiempo del que no disponemos y reemplazarlo una inversión económica que con la cantidad de destrozos que hacen es dificil de asumir) . En este caso he llegado a una conclusión, lo que no sea imprenscindible se tira a la basura y no se reemplaza hasta que sean mayores, con esto ganas espacio en casa y tranquilidad (una cosa menos de la que tienes que estar pendiente), lo que sea imprescindible o bien se arregla gastando el mínimo de tiempo y energía o se sustituye por algo viejo que, aunque lo vuelvan a romper, no suponga un nuevo disgusto. En definitiva, cuando tienes tantos niños pequeños (y cuando no) lo mejor es tener la casa lo mas vacía posible, un coche viejo (pero seguro) y sobre todo paciencia, mucha paciencia. De todas formas y aunque no paren de liarla… Se les quiere igual.
Hasta el año que viene (si no me rompen el ordenador).