Revista Talentos
¡Buenas noches!, este post lo publico prácticamente con la lengua fuera... en el grupo de whatsapp de las mamás de la clase de LittleAna (¡hola chicas!) prometí una propuesta de regalo para el día del padre y soy bloguera de palabra... aunque sea a última hora.
Como soy consciente de que la idea os la doy con muy poco tiempo de margen la propuesta que os hago es de lo más fácil. No hay excusa para las que dicen ¡a mi se me dan fatal las manualidades! ¡yo no tengo tiempo! o las de ¡yo no tengo material en casa! (mirad la siguiente foto ¡está chupado!).
También tengo que confesaros una cosa... mis Little y yo aún no tenemos terminado el regalo así que hoy no veréis el resultado final, lo actualizaré mañana, pero he pensado que a lo mejor eso os daba vidilla ver que en casa de los "pasándolo pipa" también pasamos apuros con las manualidades.
Ya sabéis mal de muchos, consuelo de madres apuradas (si, es mi nueva versión).
Después de tanta introducción os digo de qué va la cosa: Le pregunté a LittleAna qué cosas le gustaban más de su padre y ella empezó a soltar una retahíla que haría morir de amor, y de risa, al tío más duro ¡ni Clint Eastwood se libraría!.
Así que, tan sencillo como eso es el regalo que os propongo para los papás de la casa: Un tarro de cristal lleno de mensajes, cada nota dedicada a una virtud o detalle cómplice que tengan padres e hijos ¡os aseguro que salen muchas cosas emotivas y divertidas!.
Aprovechando que Anuski está aprendiendo a escribir le pedí que pusiese algunas de las palabras más significativas en distintos papeles para terminar de cumplimentarlas yo posteriormente. Luego ella, por su cuenta, realizó algún que otro dibujo.
Como LittleDani sólo tiene 10 meses habrá notas que escribiré yo por él, no hay más que ver como disfruta cuando se bañan padre e hijo, o cuando le dice ¡papá! mientras saluda con la mano para saber qué notas escribiría si pudiese.
Aún así Dani se ha estrenado en el mundo de las temperas imprimiendo sus palmitas en un papel, al igual que su hermana, para que nadie pueda decir que no participó de primera mano en el regalo.
Este regalo es una de las manualidades más bonitas que estoy haciendo con Ana. ¿El motivo?... que tiene las ideas muy claras, ya casi tiene cinco años y se nota. Antes era más moldeable y la llevaba por donde yo quería pero ahora es muy independiente y le da su toque a cada detalle.
¡Es emocionante verla discurrir e improvisar!, esta tarde me decía: -¡Mamá, tengo una idea, podemos meter trocitos de huevo Kinder en el tarro para que papá se los vaya comiendo mientras lee mis mensajes!-, me partía de risa a la vez que procuraba disimular mi cara de susto (la alternativa ha sido meter un Huesitos, que a David le encantan).
Pero tampoco os quiero adornar la realidad... ¡esta manualidad está siendo muy estresante!, me refiero al hecho de manejarme con cuatro manos llenas de pintura (dos por Little) sin acabar todos de color rosa y azul hasta la cabeza o, peor aún... que en la dieta de Dani entre antes la tempera que el huevo.
La extensión de este post se me está yendo de las manos pero ¡estoy tan orgullosa, está siendo tan emotiva la realización de este tarro de mensajes! Espero de verdad que a David le haga ilusión.
A continuación tenéis como nos ha quedado hasta ahora (mejor dicho: hasta que papá ha llegado de trabajar y hemos tenido que desmontar el campamento pipa).
Aún faltan mensajes por añadir y pegar la etiqueta que habéis visto en la primera foto. Decorar la tapa estaría genial pero, sinceramente, no sé si nos dará tiempo.
Mañana actualizo y os cuento si nos ha cundido la tarde.See you later alligator!