Revista Asia

Día diez: Tsukiji y la cena

Por Marc

Esta mañana me levante a las 4:45 para hacer algo que debía de haber hecho hace años y es que he estado alojado en 5 viajes en un hotel al lado del mercado de Tsukiji, el mas importante de Tokyo pero aun a pesar de estar tan cerca nunca había hecho la típica visita a la subasta del pescado. Así que con cara de sueño me fui andando hasta el mercado de Tsukiji.

Amanece en el mercado de Tsukiji

Día diez: Tsukiji y la cena

Una vez allí como no sabia donde era el “espectáculo” me metí a saco por el medio de las zonas de carga y descarga, un lugar en el que hay que ir con mucho cuidado de que no te atropellen porque todo el mundo circula como loco en un caos controlado por los que conocen su funcionamiento. Al final un guardia de seguridad me vio y ya me indico hacia donde tenia que ir y andando ya empece a ver a otros turistas.

Nos metieron en una sala con un vídeo que solo salían letras mientras nos poníamos unos chalecos amarillos y luego nos llevaron a un lugar donde por un lado podíamos ver el atún que se subastaría y en el otro lado la subasta. Me decepciono un poco el ver que nos dejaban aparcados en un sitio durante 20 minutos pero también entiendo que aquello es un lugar de trabajo y que tampoco es necesario molestar.

Comprobando los atunes antes de pujar por ellos

Día diez: Tsukiji y la cena

Después ya me fui atravesando el mercado por la zona de la fruta y me fui a tomar un buen desayuno. Volví al hotel una ducha y me quede entre el escritorio para terminar la entrada de ayer y contestar mails .

Se me hizo el mediodía y me fui a Matsudo, ya que quería volver a la ciudad donde estuve viviendo hace 4 años, a mas estaba cerca de donde habíamos quedado para la cena.

Plaza de la estación en Matsudo

Día diez: Tsukiji y la cena

Estuve paseando por la estación viendo los pequeños cambios de estos años que son muy pocos. Pase por mi residencia haciendo el mismo camino que hacia cuando volvía de estudiar, desde la estación a la residencia. Fue bonito recordar y ver que todo sigue mas o menos igual.

A las 3 me encontré con Shigetoshi en Kashiwa y al poco llego Yuka con su antiguo profesor  Chris del cual un día os hablare de el, el cual es conocido en Japón por sus libros para aprender ingles y algunos programas de idiomas en NHK. De hecho después de tomar juntos café un grupo de mujeres le asaltaron para hablar con el y darle la mano.

Fuimos a la universidad de Reitaku donde estudiaron Yuka y Shigetoshi para ver los cambios que habían hecho y luego mas tarde a buscar a Hoshii sensei para ir a la cena.

La cena fue en un restaurante español, eramos 10 personas contándonos a nosotros y a Ryohei que vino después de terminar del trabajo.Comimos  un poco de chorizo, jamón y queso; luego la tortilla de patatas y paella y fideua. De bebida un vaso de sangria aunque Hoshii sensei había comprado una botella de sake de la región de Tohoku para que bebiéramos y también ayudar consumiendo un producto de la región mas afectada por el terremoto.

La cena fue muy divertida, pude hablar con todos ya que nos íbamos moviendo para conocernos, es muy interesante ver lo que les interesa de España a los japoneses.También pude hablar un poco con el dueño del restaurante, el cual quedo segundo en un concurso de paellas hecho en Sueca, Valencia. Hubo un momento musical en que Hoshii sensei tomo una guitarra que le ofreció el dueño para arrancarse en un par de canciones, los demás le acompañamos con las palmas.

Tomamos la ultima copa en un izakaya cerca de la estación y Yuka y yo nos despedimos de todos en especial de Ryohei que se ha portado genial conmigo en este viaje. Teníamos que tomar el ultimo tren sino nos quedaríamos sin poder volver. Shigetoshi nos dio unos regalos, una camiseta de Sasuke de UNIQLO y un peluche de la mascota de Narita. Espero poder volver a verlos pronto pero esto es así, te alegras al verlos después de tanto tiempo y luego hay que partir y esperar a otra ocasión, en este caso un largo tiempo por la distancia entre países.

Ya en el tren un poco de prisas por llegar ya que no podía cometer ningún error o me quedaría en Ueno sin poder volver al hotel. Pero todo fue bien y fui el ultimo en salir de la estación de Tsukiji mientras el personal echaba la persiana abajo.


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