Domingo 20 de junio, 20:00 horas. Auditorio de Oviedo, Sala de Cámara. Concierto gratuito con motivo del "Día europeo de la Música" (Lunes 21 de junio). Escolanía San Salvador (director: Gaspar Muñiz Álvarez) y Pueri Cantores (directora: Elisa García Gutiérrez) de Oviedo.Y qué mejor forma de celebrar un día de la música, aunque deberían serlo todos pero, esta vez europeo ("cosas" de la Unión Europea) que con la cantera coral si bien decantada (como viene sucediendo desde hace años) hacia el lado femenino.
Esta vez la celebración estuvo a cargo de la veterana formación fundada por mi querido Don Alfredo de la Roza, "su" Escolanía San Salvador y los niños que la irán engrosando, los Pueri Cantores, para finalizar todos juntos. En los últimos cinco años están creciendo en todos los sentidos, y el repertorio elegido para la ocasión, que dejaré más adelante, nos lo demostró con creces, incluso afrontando repertorios de todo tipo que siempre enriquecen la formación de estos jóvenes cantantes para proyectos de mayor calado y su posterior incorporación a otros coros de los que en Asturias podemos presumir, todos alentados desde FECORA, llevando su música y haciendo patria allá por donde van.El concierto lo comenzó una Escolanía algo desafinada y descompensada en voces, con una colocación "extraña" al tener bajos y sopranos juntos, lo que me resultó chocante auditivamente y supongo que para dirigir supone también una dificultad añadida. El repertorio elegido con el que evidentemente fueron "aposentándose" y mejorando a lo largo del mismo, fue el siguiente:
Arrancaron con tres espirituales: El Peregrino (armonizado por R. F. Ynera), Nobody knows e It's me Oh Lord, que fueron de menos a más. Continuó la parte fuerte y original por no ser habituales fueron los Seis Nocturnos de Mozart con el acompañamiento al piano de Mario Álvarez Blanco, un lujo tener al "maestro repetidor" del Coro de la temporada de ópera ovetense: I. Luci care, II. Se lontan ben mio, III. Due pupille amabili, IV. Piu non si trovano, V. Ecco quel fiero istante, VI. Mi lagnero tacendo. Los espontáneos aplausos a partir del tercero rompieron un poco la unidad de esta joya coral donde el piano va más allá del acompañamiento, lo que reconoció el director de la Escolanía incluso antes de comenzar la interpretación de las mismas.
Prosiguieron los "peques" que adolecieron como sus "mayores" de los mismos problemas, aunque la renovación de voces y las nuevas incorporaciones, mayoritariamente femeninas, es lo que tienen en todos los coros. Si se trabajan obras de difícil armonización con una afinación no muy afianzada el resultado no puede ser óptimo, pero la tarea es ardua y los responsables lo saben, por lo que no deben servir estas palabras sino de ánimo. De las obras elegidas las que resultaron más "redondas" fueron las folclóricas, en especial las asturianas, y aquí las dejo citadas y enlazadas:
In stiller Nacth (J. Brahms), Alfabeto (Mozart), Stjenka-Rasi (popular rusa armonizada por Alfredo de la Roza), Seguidillas en eco (anónimo del siglo XVIII), con un trío de solistas realmente prometedor, Zöld Erdöben (popular húngara armonizada por Z. Kodály), Widerhall (E. Ranbuch) con otras tres chicas solistas colocadas entre el público que desgranaron una obra con la que los pueri se encontraron realmente a gusto, Eres alta y delgada (popular de Castilla-León armonizada por Pedro Aizpurúa), Molondrón (popular de Santander armonizada por J. A. Chica), y las tres canciones populares asturianas A orillas de una fuente (armonizada por el recordado Benito Lauret), Cuando canta en el árbol (armonización de Luis Elizalde Ochoa) y Si te dan chocolate (también arreglo de B. Lauret), para finalizar con el "guiño" al Ave Verum Corpus de Mozart "transmutado" al Clap yo' hand con violín (a cargo de una escolana) y piano, más la coreografía incluída que hizo las delicias de todos, debiendo repetirlo al final del concierto.
La conclusión sí resultó totalmente de Mozart con ambos coros dirigidos por Elisa con Gaspar como un escolano más, interpretando la Berceuse. Para marcharnos nada mejor que ese regalo asturiano del Axuntábense (con una niña solista contralto que no podemos perder de vista ni oído) simbolizando el "juntarse" no sólo para cantar sino para celebrar este día europeo de la música en su versión coral (el lunes será la orquestal). "Aplauso" final y alegría desbordada al bisar el Clap yo' hand para esta agrupación carbayona con una solera de 35 años que aún sigue viva ¡y renovándose!.