Los acontecimientos en contra del PP se desencadenan con fuerza, a pesar de la defensa a ultranza con la que casi todos los peperos (ya no son todos) tratan de mantener ante las próximas elecciones generales.
Pero lo de ayer fue exagerado. No pasó más porque no había más. Ayer al circo pepero le volvieron a crecer los enanos. Eso sí, ellos reaccionaron contraatacando, aunque con poca fortuna.
La primera en la frente. El gran Montoro, el recortador general del reino, se dejó entrevistar y dijo cosas muy sabrosas, una maravilla para la unión pepera, en un momento justo, a dos meses de las elecciones. Y aquí dejo algunas frasecitas jugosas:
Por ejemplo refiriéndose al gran Aznar (quien le nombró ministro por primera vez): “No puedo admirar a alguien que ahora se dedica al business y da lecciones desde fuera". "Si quieres ayudar, entra al quirófano y, si no, no molestes, estamos operando".
A Margallo, le soltó otra perla: “Es rehén de su propia arrogancia intelectual”.
También tuvo para Rato, a quién le recrimina: “¿Y cómo alguien de tu renta puede usar una 'black' para ahorrarse unos miles de euros?”
Y por último, por si le quedaba alguien en el tintero, soltó la frasecita general para todo el peperío: “Algunos de mis compañeros se avergüenzan de ser del PP”. Lo raro es que le extrañe.
La segunda en el pecho: La diputada Cayetana Álvarez de Toledo escribió una cartita a Rajoy, llena de reproches y críticas, donde entre otras lindeces se puede leer que:
No encuentra argumentos para defender la gestión del gobierno
En estos cuatro años de mayoría absoluta del PP, la democracia ni se ha regenerado ni se ha defendido
El Gobierno ha despreciado la política y ha desoído todas las alarmas.
Se ha llevado a cabo una campaña catalana errática (y lo explica detalladamente).
Y termina: La respuesta del Gobierno ha sido tecnocracia y plasma.
La tercera en la susodicha parte. Y es que éramos pocos y parió la abuela: Ayer también llegó el desenlace del affaire del PP de Euskadi. Dimitió la presidenta Arantxa Quiroga por que la desautorizaron, desde Génova, una moción que, según ella, iba encaminada a la convivencia definitiva en el País Vasco, donde pretendía sumar a EH Bildu.
Todas estas maravillas adornadas con un rifirrafe de Margallo con un diputado de Convergéncia, al que mandó al psiquiatra, cuestión que le llevó a tener que rectificar a petición de Jesús Posadas, que se lo ordenó con energía y terminó de cabrear al ministro “arrogante intelectualmente”. Y también con el presidente de Castilla y León, para no ser menos, dice encontrarse también cabreado con su partido.
Y en un marco maravilloso donde el PP, que por los acontecimientos contados parecería que ha olvidado que está en precampaña electoral, regaló a los diputados y a los periodistas, después de cortar una sesión parlamentaria, un acto donde se contaron las maravillosas cien leyes que nos han destrozado durante estos cuatro años, y como colofón pasaron un vídeo publicitario de campaña electoral que dejó estupefacto a casi todo el mundo. Una burda copia de un vídeo hecho hace años en la República Dominicana y donde se salva a un paciente en estado grave de morir en el hospital (el paciente es España y el cuadro de médicos que le salva: El PP).
A decir de todo el mundo, salvo el PP, es la primera vez que el Congreso de los diputados, la casa de todos, se utiliza para fines partidistas espurios como es una precampaña electoral.
A todo esto se ve que para tratar de paliar todas estas desgracias, Rajoy ha nombrado a su ministro Fernández Díaz --el ministro de la ley mordaza y de las concertinas, el que recibe a presuntos delincuentes en su despacho, el que condecora vírgenes o se retira al Valle de los Caídos a meditar— representante plenipotenciario del gobierno y le ha enviado al Vaticano para que asista a la canonización de una monja. Allí podrá orar y pedir por su partido, que falta le hace. ¡Qué error! ¡Qué inmenso error! Este fallido ministro del Interior podría haber sido un formidable Vicepresidente meapilas del rito católico.
Y todo esto en un día. ¿Hay quién dé más? ¡Vaya tropa! Pero ahí están, los primeros en las encuestas. Francamente yo no sé si es que sus votantes leen sólo La Razón o ABC, ven 13TV y escuchan la COPE, o simplemente son masoquistas (salvo los poderosos, que esos si tienen razones suficientes para votarles).
Salud y República