Creo que la efemérides completa es: Día internacional de la mujer trabajadora, aunque pienso que es redundante. El trabajo va asociado al concepto de mujer, desde la cuna.
La celebración de este día, tiene una fuerte carga de reivindicación laboral, tanto salarial (a igual trabajo, igual remuneración), como de reconocimiento social. Sesudos estudios dicen que es necesario seguir luchando por estas obviedades. Pues adelante, sigamos luchando (sí, juntos hombres y mujeres).
Pero en la parte de celebración que contiene este día, me parece que no hay que hacer distingos entre mujeres trabajadoras (asalariadas, empresarias, etc.) y las que han decidido, por mor de un convencimiento, de una educación o de una necesidad, dedicarse a ser eso, tan denostado hoy día, de: amas de casa. Entre otras cosas, por que el hacerlo exclusivamente en casa, no le resta un ápice ni de mujer, ni de trabajadora. Y porque cualquier elección personal, tenga ésta los condicionantes que tenga, es tan digna como otra.
Como este es un blog personal, doy mi punto de vista personal. Creo que hoy en día, es natural ver a la mujer en los centros de trabajo. Nadie se rasga las vestiduras por tener un jefe que sea mujer, ni un igual, ni un subalterno. Cuando digo nadie, es un nadie relativo, por supuesto, pero igual de relativo que cualquier otra generalización. Quiero creer que la inmensa mayoría, no tenemos problemas en que la mujer gane más que nosotros si tiene mayores responsabilidades laborales y ni se nos ocurre pensar que su capacitación o incapacitación para el puesto venga dado por el hecho de ser mujer.
Y a la hora de luchar contra las dificultades que aun existen, me temo que, al menos, tienen que luchar con las mismas fuerzas, contra hombres que contra mujeres, si acaso no más contra estas últimas.
¡Feliz día! y ¡Feliz martes de carnaval! ¿Curiosa coincidencia?