Me gustaría honrar aquí a los autores que escriben para niños. Descubrir a edad temprana que detrás de las marcas negras de un papel blanco se ocultan mundos de incomparable terror, alegría y excitación es uno de los grandes regalos de la vida. Estoy enormemente agradecida a aquellos autores cuyas obras encendieron mi imaginación infantil e inspiraron en mí un amor por los libros y la lectura que han sido una constante compañía. El jardín olvidado es, en parte, una oda a ellos.Con estas palabras Kate Morton me ganó. Cuando los escritores consagrados hablan de las obras que más les han marcado, lo habitual es que mencionen clásicos adultos; los libros infantiles y juveniles suelen ocupar un lugar secundario, como si fueran literatura de segunda que se lee durante una época pero se olvida después para pasar a obras más importantes. Sin embargo, en realidad muchos lectores no lo seríamos si no fuera por aquellos títulos dirigidos a los niños que nos llegaron al corazón y provocaron en nosotros un amor incondicional por la palabra escrita. Los autores capaces de conseguir esto merecen un mayor reconocimiento que vivir siempre a la sombra de la narrativa adulta, ¿no os parece?
¡Feliz Día del Libro Infantil y Juvenil!