Revista Salud y Bienestar
El 25 de abril marca la cuarta celebración anual del día mundial de la malaria. Dentro del tema paraguas de este año de conseguir el progreso y el impacto, la comunidad internacional se centrará de nuevo en el objetivo de alcanzar cerca de cero muertes por malaria para 2015, y cómo los diferentes participantes están contribuyendo a conseguir este objetivo. BASF, como parte de la comunidad internacional que combate la malaria, marca el día contando la historia de cómo una sencilla iniciativa puede detener la propagación de la enfermedad, un paso de cada vez.
Aunque las comunidades africanas están bajo la mayor amenaza de la malaria, la enfermedad es una realidad en muchos otros países en desarrollo. En algunos estados de Brasil, particularmente los que se localizan cerca del bosque del Amazonas, la malaria constituye el principal problema de salud pública. En esta región, las condiciones climáticas favorables combinadas con las vastas fuentes de agua dan a los mosquitos que portan la malaria un sitio cómodo para reproducirse y propagarse.
Para gestionar mejor los riesgos de transmisión de la malaria en la región, BASF se asoció con la Foundation for Health Surveillance en Amazonas (FVS - AM) para evaluar cómo Interceptor, la mosquitera con insecticida de larga duración de BASF, podría apoyar a las comunidades locales en sus esfuerzos para prevenir la enfermedad.
La comunidad de Jabote (municipalidad de Urucara) fue elegida para alojar el estudio porque es conocida como uno de los principales puntos para los brotes de malaria. En Jabote, los métodos de prevención tradicionales podrían no aplicarse fácilmente, lo que significa que la malaria se ha hecho tan común como el resfriado.
A finales de 2008, se lanzó el proyecto: las redes Interceptor se colocaron en todas las casas en Jabote. A los residentes también se les formó sobre cómo utilizar el producto y el fin para el que servía. Desde ese punto en adelante, la monitorización mensual reveló resultados increíbles: en 2007, cuando 132 personas vivían en la comunidad, hubo 465 casos de malaria. Esto se traduce en un índice de infección de 3,52 casos por persona, es decir, cada persona en Jabote contraía malaria al menos tres veces al año. En 2010, con una población de 200 personas, el índice de malaria se redujo a sólo 0,12 casos per cápita. Por cada 12 personas, sólo una adquirió la enfermedad.
Los efectos espirales positivos se propagan por la comunidad. La carga de la malaria había evitado que los niños asistieran regularmente a la escuela. Pero con la drástica reducción de los casos de malaria, ir a la escuela fue de nuevo posible. Los objetivos de la alfabetización se lograron en sólo dos años. Estos efectos tipifican uno de los principales objetivos de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de Naciones Unidas, principalmente que una población más sana y educada es clave para apoyar sosteniblemente la reducción de la pobreza.
Interceptor es el resultado del liderazgo de BASF en los productos de química textil y agricultura. Un sistema de unión de polímero se combina con Fendona(R), un insecticida BASF de rápida acción, y se aplica directamente a las fibras de las redes en un proceso de tratamiento único y patentado. Esto regula una liberación continua, lenta y controlada del insecticida y asegura su efectividad a largo plazo, matando a los mosquitos transmisores de malaria incluso después de 3 años de uso.
Con su compromiso de mejorar la salud pública y su innovadora cartera de productos, BASF está convencida de apoyar e implicarse en proyectos locales y sencillos que pueden generar resultados que cambien la vida de las personas, como los que se experimentaron en Jabote. El objetivo no sólo es prevenir la propagación de la malaria, sino también fortalecer buenas ideas e iniciativas que afectan a los más expuestos a la enfermedad. Un paso a la vez.
Aunque las comunidades africanas están bajo la mayor amenaza de la malaria, la enfermedad es una realidad en muchos otros países en desarrollo. En algunos estados de Brasil, particularmente los que se localizan cerca del bosque del Amazonas, la malaria constituye el principal problema de salud pública. En esta región, las condiciones climáticas favorables combinadas con las vastas fuentes de agua dan a los mosquitos que portan la malaria un sitio cómodo para reproducirse y propagarse.
Para gestionar mejor los riesgos de transmisión de la malaria en la región, BASF se asoció con la Foundation for Health Surveillance en Amazonas (FVS - AM) para evaluar cómo Interceptor, la mosquitera con insecticida de larga duración de BASF, podría apoyar a las comunidades locales en sus esfuerzos para prevenir la enfermedad.
La comunidad de Jabote (municipalidad de Urucara) fue elegida para alojar el estudio porque es conocida como uno de los principales puntos para los brotes de malaria. En Jabote, los métodos de prevención tradicionales podrían no aplicarse fácilmente, lo que significa que la malaria se ha hecho tan común como el resfriado.
A finales de 2008, se lanzó el proyecto: las redes Interceptor se colocaron en todas las casas en Jabote. A los residentes también se les formó sobre cómo utilizar el producto y el fin para el que servía. Desde ese punto en adelante, la monitorización mensual reveló resultados increíbles: en 2007, cuando 132 personas vivían en la comunidad, hubo 465 casos de malaria. Esto se traduce en un índice de infección de 3,52 casos por persona, es decir, cada persona en Jabote contraía malaria al menos tres veces al año. En 2010, con una población de 200 personas, el índice de malaria se redujo a sólo 0,12 casos per cápita. Por cada 12 personas, sólo una adquirió la enfermedad.
Los efectos espirales positivos se propagan por la comunidad. La carga de la malaria había evitado que los niños asistieran regularmente a la escuela. Pero con la drástica reducción de los casos de malaria, ir a la escuela fue de nuevo posible. Los objetivos de la alfabetización se lograron en sólo dos años. Estos efectos tipifican uno de los principales objetivos de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de Naciones Unidas, principalmente que una población más sana y educada es clave para apoyar sosteniblemente la reducción de la pobreza.
Interceptor es el resultado del liderazgo de BASF en los productos de química textil y agricultura. Un sistema de unión de polímero se combina con Fendona(R), un insecticida BASF de rápida acción, y se aplica directamente a las fibras de las redes en un proceso de tratamiento único y patentado. Esto regula una liberación continua, lenta y controlada del insecticida y asegura su efectividad a largo plazo, matando a los mosquitos transmisores de malaria incluso después de 3 años de uso.
Con su compromiso de mejorar la salud pública y su innovadora cartera de productos, BASF está convencida de apoyar e implicarse en proyectos locales y sencillos que pueden generar resultados que cambien la vida de las personas, como los que se experimentaron en Jabote. El objetivo no sólo es prevenir la propagación de la malaria, sino también fortalecer buenas ideas e iniciativas que afectan a los más expuestos a la enfermedad. Un paso a la vez.
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