Hoy ha sido 21 de marzo. Con el tradicional día en el que llega la primavera, también es el día mundial de la poesía. La poesía es un lenguaje universal que trasciende al ser humano. Como dice la ONU "La poesía es una de las expresiones más puras de la libertad de la lengua. Es un elemento constitutivo de la identidad de los pueblos; encarna la energía creativa de la cultura en su facultad de renovarse sin cesar."
Te escribo el primer verso...
(Chema García)
Te escribo el primer verso...
la tinta caerá sobre la piedra
como el rocío zalamero
desliza su frescor por la mañana.
Te escribo el primer verso…
da igual que duermas,
que leas o que trabajes,
o simplemente,
te despidas o empañes
con tu vaho,
el cristal de las ventanas.
Te escribo el primer verso…
para que la sonrisa arribe
a la barca de tu calma.
Te escribo el primer verso…
para que navegues el resto del día,
con el timón firme,
por las aguas claras.
Te escribo el primer verso…
como un remanso de alegría,
como crecen las flores de papel
en los botes de los lápices,
como el eco de mis besos cómplices,
acercándose lentamente a la faz de tu cara.
Te escribo el primer verso…
mi pluma se mueve con caricias,
dedos con sensibilidad de mujer
la seducen y atrapan;
la sensualidad de tu morder
consigue lentamente en mi piel
el fuego de tus candorosas sábanas.
Te escribo el primer verso…
y aunque la tarde y la noche
se fundan en un sol-campana.
¡No te asustes compañera!
Su tañido me relaja, y esos rayos
calientan como el orujo mi garganta.
Te escribo el primer verso…
para que inaugures tu agenda,
preveas y marques con palabras
un futuro lejos de las almendras
y más cerca de las crujientes patatas.
Te escribo el primer
verso…
por que las primeras son
de “ricos”,
muy aparentes por fuera,
pero por dentro amargan.
Te escribo el primer
verso…
por que las segundas son
de “pobres”,
exteriormente feas y
arrugadas,
pero por dentro alimentan con solo mirarlas.
Te escribo el primer
verso…
de una larga estela de poemas y estrofas…
Te escribo el primer
verso…
por que el último lo
cincelarán otros
en el epitafio de mi
tumba,
para que quien lo lea
pueda
reconfortar su alma.
Chema García