Estas situaciones añade, consolidan la pobreza y favorecen el aumento de la desigualdad, además de estar derivadas de un modelo comercial que supedita la rentabilidad económica al respeto a los derechos laborales y humanos, según denuncia. Por ello, destaca que el Comercio Justo se basa en criterios como asegurar unas condiciones de trabajo dignas y seguras, el pago de un salario adecuado e igualitario, la no explotación laboral infantil y la producción a través de técnicas y procedimientos respetuosos con el entorno natural. Tuvo su origen en los años 60, y hoy cuenta con 2,5 millones de productores, 500 organizaciones importadoras y más 4000 tiendas especializadas en Europa, además de instituciones internacionales que avalan el cumplimiento de los 10 principios del Comercio Justo. Los países de la Unión Europea son el principal mercado de los productos de Comercio Justo. Con una facturación de casi 5.000 millones de euros en 2012, representan cerca del 70% de las ventas mundiales. Sin embargo, a pesar del crecimiento experimentado por el Comercio Justo, sus ventas apenas representan el 0'1% de todo el comercio mundial. En España hay 140 tiendas y puntos de venta especializados en Comercio Justo.
