Hoy se celebra el Día Nacional del Celíaco y vamos a dedicar este post a hablaros un poco más de esta enfermedad que afecta al 1% de la población española, aunque hasta un 6% presenta alguna intolerancia relacionada con el gluten.
¿Qué es la enfermedad celíaca?
Se trata de una intolerancia, que pueden sufrir tanto niños como adultos, al gluten, es decir, a una de las partes proteicas del trigo, cebada, centeno y en algunos casos avena llamada gliadina. Al ingerir este componente, un celíaco sufre daños en su intestino.
El mayor inconveniente de un celíaco es que tiene que arrastrar su enfermedad toda la vida, ya que no tiene cura. Lo más común es que se tenga una predisposición genética a padecerla, por lo que es normal que varios miembros de una misma familia sean celíacos. Aunque también puede aparecer después de infecciones intestinales (gastroenteritis), infecciones no digestivas (otitis), operaciones quirúrgicas, situaciones de estrés… Puede manifestarse en cualquier momento de la vida, pero lo más habitual es que aparezca en niños menores de cinco años y en adultos a partir de los treinta.
Esta intolerancia produce una lesión en la mucosa intestinal que recubre el intestino. Lo que hace es generar una atrofia de las vellosidades del intestino, o destrucción en mayor o menor grado de las zonas del intestino donde tiene lugar la absorción de los alimentos. Sin embargo, cuando se deja de consumir alimentos con gluten el intestino se normaliza totalmente, por eso es tan importante evitar alimentos con este componente.
¿Cuáles son los síntomas?
Dependiendo de si afecta a un niño, a un adolescente, o a un adulto los síntomas pueden ser de un modo u otro. En este cuadro se reflejan por edades:
Fuente: Federación de Asociaciones de Celíacos de España (FACE)
Tratamiento de la enfermedad celíaca
Básicamente se trata de evitar aquellos alimentos en cuya composición pueda haber trigo, cebada, avena o centeno. De esta manera se normaliza la lesión vellositaria, eso sí, debe ser de por vida.
El celíaco debe basar su dieta en legumbres, frutas, hortalizas, carnes, pescados, huevos y cereales sin gluten, como son el arroz y el maíz. Se debe evitar en la medida de lo posible los alimentos envasados, pues es difícil garantizar la total ausencia de gluten.
Por suerte, los mercados están cada vez más concienciados con este problema y existen un sin fín de productos sin gluten que pueden consumir como cualquier otra persona. Fijarse en las etiquetas es fundamental, hay que ser totalmente consciente de las composiciones alimentarias de lo que se compra y ver que, efectivamente, están exentas de gluten. Asimismo, se debe huir de todos los productos vendidos a granel o elaborados artesanalmente, pues no se puede comprobar el listado de ingredientes.
Si existe la más mínima duda de si un alimento contiene gluten o no, es mejor no consumirlo, de esta manera se evitan posibles complicaciones.
A continuación tienes unos enlaces que detallan en profundidad como debe ser una dieta sin gluten, elaborada por la Federación de Asociaciones de Celíacos de España, así como recetas aptas para celíacos, una clasificación de los alimentos, puntos de venta para productos sin gluten, la simbología de los productos, o los medicamentos más recomendados.