Hay días bonitos porque el sol calienta y la sombra refugia.
Otras veces la causa es la buena compañía.
En ocasiones se debe a lo que se celebra o se recuerda.
Y sólo de vez en cuando los motivos confluyen y el día entonces es perfecto.
Mi sábado pasado así lo fue: perfecto.
Para la ocasión me hice este bolso, acorde a mi manera de ser y al conjunto que llevé a la boda de mi prima la pequeña, la que consiguió reunir a casi toda la familia.
Bolsito bombonera con dos borlones en el cierre, asa de mano con lazada para regular altura y varios accesorios a juego: funda de gafas, de móvil y tarjetero.
Muchísimas gracias por vuestra compañía.