Día Tercero: El celo de San Judas Tadeo
El verdadero celo apostólico es resultado natural del amor a Jesucristo que no desea nada más que la gloria de su Padre Eterno y la salvación de las almas. San Judas Tadeo manifestó su celo apostólico no sólo con la predicación del Evangelio hasta las más remotas regiones, sino que según la tradición, dio su vida por Jesús en Persia (hoy Irán). En los versículos 17 al 19 de su carta, nos dice: "Pero ustedes, hermanos queridos, acuérdense de lo que les predijeron los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo, cuando les advertía: "En los últimos tiempos habrá impostores que vivirán impíamente y a capricho de sus pasiones". Son los que introducen discordias, viven sensualmente y no poseen el Espíritu.
¿Imitamos a San Judas Tadeo en el celo por la gloria de Dios y la salvación de las almas?, ¿Hacemos algo o militamos en algún Grupo Apostólico?, ¿Nos preparamos estudiando nuestra Santa Religión para defenderla de los ataques de los impíos?
( Pedir la gracia especial que desea obtener por la intercesión de San Judas a Tadeo , y con mucha fe, recitar las siguientes invocaciones):
San Judas Tadeo, Apóstol y testigo de Jesucristo: Ruega por nosotros.
San Judas Tadeo, que fuiste lleno del Espíritu Santo en Pentecostés Ruega por nosotros.
San Judas Tadeo, que te compadeces de los afligidos: Ruega por nosotros.
San Judas Tadeo, que obtienes de Dios grandes milagros: Ruega por nosotros.
San Judas Tadeo, Abogado fiel en los casos difíciles: Ruega por nosotros.
San Judas Tadeo, afortunado pariente del Señor: Ruega por nosotros.
San Judas Tadeo, poderoso intercesor de cuantos acuden a tí: Ruega por nosotros.