La diabetes puede afectar a cualquier persona, en cualquier momento de la vida. Pero es importante que si estás embarazada y crees que puedes llegar a padecer de diabetes gestacional (o si sufres de diabetes y estás planificando tener un niño), conozcas los riesgos que esto implica y las diversas formas para contrarrestar sus efectos negativos sobre tu embarazo.
¿Qué es la diabetes, y cuáles son los riesgos si crees que estás en riesgo de sufrirla y estás embarazada?
Si dentro de tu historia familiar hay casos de diabetes, es posible que tú también padezcas de ésta enfermedad.
Es necesario que conozcas los riesgos que la diabetes gestacional puede acarrear sobre el embarazo. El mayor riesgo es que el feto pueda verse afectado por defectos congénitos y problemas de salud debido a la diabetes de la madre. Además se incrementa la posibilidad de sufrir un aborto espontáneo o muerte del bebé.
Por eso es importante que te informes acerca de qué es la diabetes, qué clase de diabetes existen (y cuál es la que padeces) y, sobre todo, que mantengas visitas regulares con tu médico de cabecera o ginecólogo, para asegurarte de que recibes el mejor cuidado y monitoreo posible.
La diabetes se divide en tres categorías: de tipo 1, de tipo 2 y diabetes gestacional. La primera es cuando el cuerpo no cuenta con la capacidad para generar insulina, en cuyo caso es necesario que un profesional de la salud le enseñe al paciente cómo aplicarse inyecciones de insulina diariamente y a controlar su dieta. La diabetes de tipo 2, por otro lado, se controla solamente mediante cambios en la dieta de la persona y no es tan riesgosa como la de tipo 1.
En ambos casos, es necesario que el paciente realice actividad física en forma regular. Por último, la diabetes gestacional es la que afecta a mujeres cuando se encuentran embarazadas, y suele ser parecida a ambos tipos de diabetes mencionados anteriormente: es posible controlarla tan sólo con modificaciones en la dieta y ejercicio, pero en otros casos más severos, será necesario que recurran a las inyecciones de insulina o a una variedad de pastillas para el control de la diabetes.
Es importante también hacer notar que tras dar a luz, es posible que la mujer deje de sufrir de ésta enfermedad, o que la misma se agrave y se torne de tipo 2.
Los riesgos de no controlar la enfermedad
Si la diabetes gestacional no se controla a tiempo, es posible que cause varios efectos negativos tanto para la madre, como para el bebé. Por ejemplo, una de la consecuencias que ésta enfermedad puede tener es causar que el niño crezca más de lo normal, lo cual generará complicaciones en el parto (pudiendo llevar incluso a la necesidad de realizar una cesárea de emergencia).
Otras consecuencias: el feto puede sufrir de defectos congénitos de nacimiento, la futura mamá puede experimentar un aumento radical de su presión arterial, infecciones en los riñones, problemas del sistema nervioso central y cardiovascular, e incluso ceguera. Por eso, no dejes pasar el tiempo y consulta a tu médico ante la más mínima duda.