Al diabético le es permitido tomar bebidas
alcohólicas con moderación. ¿Qué queremos decir por moderación? Limitarse a 1
trago diario para las mujeres, y 2 para los hombres.
Un trago de alcohol se define como una
cerveza de 12 onzas, 5 onzas de vino o 1.5 onzas de bebidas espirituosas
destiladas (ron, vodka, ginebra, whisky). Preferimos el vino tinto sobre el
blanco, por ser más saludable.
A las personas con problemas de peso,
debemos recordarles que 1 gramo de alcohol tiene 7 calorías, o sea, un poco
menos que las grasas. Por lo tanto, la ingesta excesiva de alcohol puede
contribuir a la obesidad, sin proveer nutrientes. Es lo que llamamos “calorías
vacías”.
Consumido en cantidades moderadas, el
alcohol ejerce un efecto protector sobre el sistema cardiovascular y disminuye
las probabilidades de sufrir un infarto. Tomado en exceso contribuye al
deterioro de la diabetes, manifestado por elevación crónica de la glicemia.
Aconsejamos abstinencia total si usted ha
padecido de alcoholismo, enfermedades del hígado, pancreatitis, neuropatía
avanzada o niveles muy elevados de triglicéridos.
Si toma antidiabéticos orales o insulina,
debe tomar alcohol con alimentos, para evitar una hipoglicemia (azúcar baja).
Por esta misma razón, debe evitar tomar alcohol antes de acostarse.
© Derechos Reservados 2008 Juan Luis
Fernández
Tomado de mi libro “Diabetes: guía
médica y nutricional”.