Revista Cocina

Diabetes y dieta mediterránea (1)

Por Dimanse @CDimanse

Diabetes y dieta mediterránea (1)
Vivimos en una zona privilegiada. Un territorio con unas características que forman parte del patrimonio cultural inmaterial de la UNESCO desde 2010 (compartido entre España, Italia, Grecia y Marruecos). a parte de cultura, esta zona también engloba traducción, sabiduría, conocimiento popular, historia y todo lo que pueda estar relacionado con los alimentos y con la manera de elaborar, conservar, cocinar y consumirlos, muchas veces en el contexto de fiestas populares y celebraciones en comunidad.
A continuación proponemos un viaje a través de los 10 consejos que la fundación Dieta Mediterránea considera que debería cumplir una dieta basada en el equilibrio mediterráneo, adaptádonlos siempre al equilibrio de raciones propuesto para la alimentación de las personas con diabetes.
1 Utilizar el aceite de oliva como principal fuente de grasa. Es el aceite más utilizado en la cocina mediterránea. es un alimento rico en vitamina E, beta-caroteno, y ácidos grasos monoinsaturados, que le atribuyen propiedades cardioprotectoras. este alimento representa un tesoro en la dieta mediterránea y ha perdurado a través de los siglos entre las costumbres gastronómicas regionales, aportando a los platos un sabor y aroma únicos. Conviene evitar grasas de origen animal, como la mantequilla.
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2 Consumir alimentos de origen vegetal en abundancia: frutas, verduras, legumbres y frutos secos. Las verduras, hortalizas y frutas son la principal fuente de vitaminas, minerales y fibra de nuestra dieta y nos aportan al mismo tiempo una gran cantidad de agua. En cuanto a la alimentación de la persona con diabetes, deberíamos considerar que las verduras tienen una baja o muy baja aportación de hidratos de carbono, mientras que habrá que tener las frutas más presentes en la dieta. La recomendación de cinco raciones al día de frutas y verduras  se debería concretar en dos raciones de frutas y tres de verduras.
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3 El pan y los alimentos procedentes de los cereales como la pasta, el arroz (especialmente los integrales), deberían formar parte de la  alimentación diaria, junto con las legumbres, que consumiremos entre 2 y 4 veces por semana. Es sabido que en la alimentación de la persona con diabetes, este es el grupo de alimentos que tendremos más presente. Los carbohidratos nos aportan una parte importante de la energía necesaria para nuestras actividades diarias, y habrá que conocer bien cuál es la cantidad que nos corresponde según nuestras necesidades y pautas de insulina para hacer una buena distribución a lo largo del día (su diteísta-nutricionista puede ayudar). Se debe tener en cuenta que si los alimentos de este grupo los consumimos integrarles, nos aportan mayor cantidad de minerales y vitaminas pero,  sobre todo, más fibra. La fibra tiene una gran capacidad de regular la absorción de la glucosa, evitando picos y bajadas bruscas de glucosa en la sangre.
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4 Los alimentos poco procesados, frescos y de temporada son los más adecuados. Es importante aprovechar los productos de temporada ya que, sobre todo en el caso de las frutas y verduras, nos permite consumirlas en su mejor momento y garantizaremos el aporte de nutrientes manteniendo su aroma, sabor y valor nutritivo. Además, el uso de especias y hierbas aromáticas (comino, orégano, pimienta, laurel, tomillo, romero, canela y menta entre otros), acabará de dar un toque aún más mediterráneo a nuestras preparaciones, lo que nos permitirá sustituir la sal de adición.
5 Consumir diariamente productos lácteos (preferiblemente desnatados o semi) principalmente yogures naturales y queso frescos o poco curados. Nutricionalmente debe destacarse que estos productos son una excelente fuentes de proteínas de alto valor biológico (muy  aprovechables por nuestros organismo), minerales (sobre todo calcio y fósforo) y vitaminas. El consumo de las leches fermentadas (como el yogur) se asocia además a una serie de beneficios para la salud debido a su contenido en microorganismos vivos capaces de  mejorar el equilibrio de la microflora intestinal. Es recomendable que los yogures sean naturales y evitar los azucarados o edulcorados y con frutas, que a menudo llevan un contenido en medidas elevadas que nos puede hacer variar la glucemia capilar.
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Bibliografía: DiabetesfedeLa revista de la federación de diabéticos españoles

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