Diactadores: Anastasio Somoza

Por otro lado los grupos de tendencia marxista, como los sandinistas, aumentaban en el país. Al morir el patriarca de la familia Somoza, accede al poder Luis Somoza Debayle, el primero de los hijos del fallecido. Pero éste también moriría pronto de causas naturales y así accede al poder el 5 de febrero de 1967 Anastasio Somoza Debayle.

El gobierno

Una vez en el poder como era de esperarse, el gobierno de Anastasio Somoza tuvo una inclinación claramente capitalista. Sus relaciones con Estados Unidos, por obvias cuestiones comerciales, fueron las mejores, permitiendo un ingreso masivo de capitales yanquis en todos los ámbitos posibles. Con el fin de fingir una democracia en el país, estableció un pacto de amistad y colaboración mutua entre su partido el Partido Liberal Nacionalista y el opositor, el Partido Conservador de Nicaragua, conocido como kupia kumi (que en idioma de la lengua amerindia miskito quiere decir algo así como un solo corazón). Durante su mandato también acaeció el terremoto del 23 de diciembre de 1974, el cual dejó la capital Managua al borde del colapso con gran parte de sus centros urbanos reducidos a escombros. Como era de esperarse, el país consiguió gran ayuda internacional, en dinero y recursos, los cuales, en investigaciones posteriores, se determinó habían sido mal usados por los Somoza. Sin embargo en ese momento era imposible sacar a la luz algo así y debido a su aparente labor solicita y filántropa, Anastasio fue reelegido el 1 de septiembre de 1974.
Sin embargo los sandinistas (abreviación para llamar al Frente Sandinista de Liberación Nacional o en siglas FSLN), serían el principal peligro del nuevo gobierno. El 27 de diciembre del mismo año, varios guerrilleros asaltan la casa del ministro de agricultura y toman como rehenes a varios miembros del gobierno. Además estaba en la lista el cuñado de Somoza. Las condiciones de los opositores era liberar a ocho prisioneros sandinistas entre los cuales se debe contar Daniel Ortega Saavedra, el actual presidente de Nicaragua, un avión para ir a Cuba con rehenes y dinero en efectivo. Somoza no tuvo mejor respuesta que declarar el estado de sitio, suspender las garantías individuales y la libertad de prensa. Tal estado en Nicaragua duró 33 meses hasta el 19 de septiembre del año 1977. Obviamente, argumentando la expansión de las guerrillas comunistas al estilo cubano, el gobierno de Somoza obtuvo el apoyo estadounidense, y esto le permitió llevar a cabo persecuciones y reprensiones a supuestos disidentes políticos.

Hacia el fin

Si bien el régimen no era tan despótico como el visto en otros lugares, era cierto que Nicaragua había retrocedido en cuanto a la democracia. Por otra parte, el país seguía teniendo gran cantidad de pobres, en gran contraste con las posesiones de la familia Somoza, dueña de gran cantidad de bienes, haciendas, casinos, yates, autos, acciones y cuentas, lo cual también le valió el descrédito frente a sus vecinos. Finalmente y con el ascenso de Jimmy Carter al poder, las cosas fueron cambiando para Nicaragua. El 28 de julio de 1977 Somoza sufre un paro cardíaco y fue llevado a Estados Unidos para ser atendido. Regresó ese mismo año a su país, pero la suerte para él ya estaba echada. Las protestas eran generalizadas, como las sucedidas después del asesinato del periodista Pedro Chamorro Cardenal, su ex compañero de aulas, director del diario opositor La Prensa y que representaba una luz en la oscuridad para el pueblo. Por otro lado estaban siempre los infaltables sandinistas quienes tomaron por asalto el 22 de agosto de 1978 el Palacio de la Cultura (en ese entonces era el Palacio Nacional sede del Congreso Nacional y de otros ministerios) con 25 efectivos y haciendo rehenes otra vez. Entre ellos un primo y un sobrino de Anastasio. Los subversivos pidieron más dinero, un avión para viajar al extranjero y además la liberación de presos políticos. El gobierno accede.

Daniel Ortega

Eran tiempos críticos para Somoza, pues además de que su régimen se desmoronaba, se divorció de su esposa, la cual marchó a Londres con sus hijos menores. Como los sandinistas tenían apoyo popular, y el pueblo en general no lo quería más en el gobierno, el dictador se ve obligado a pedir la ayuda de las fuerzas armadas, desatando una esperada guerra civil. Obviamente otra vez fueron los inocentes los que pagaron caro el fuego cruzado. Sin embargo, a pesar de que la Guardia Nacional tuvo el apoyo de varios países del mundo, del mismo modo lo tuvieron los sandinistas de varios regímenes como el cubano, mexicano y venezolano. El hijo de Anastasio, llamado también Anastasio Somoza, fue el elemento necesario para conformar una dupla, que desesperada por aferrarse al poder cometió el genocidio de hasta 30 mil personas. Muchos miles más fueron desaparecidos. Esto le ganó a Somoza el descrédito mundial y hasta el alejamiento de Estados Unidos, el cual lo dejó abandonado a su suerte.

Finalmente, viendo que todo estaba acabado para él, deja la presidencia el 16 de julio del año 1979, según dicen las fuentes a pesar de haber redactado el documento varios días antes. Sea como sea, su decisión estaba tomada y decide abandonar Nicaragua rumbo a Miami. Luego de unas vacaciones que consideraba merecidas, huye a Paraguay donde es recibido con los brazos abiertos con un colega suyo (dictador también), Alfredo Stroessner. Parecía que el resto de su llujosa vida estaba asegurada pues el dinero debido al enriquecimiento ilícito a expensas del Estado le había convertido en un millonario. No obstante no pasó mucho tiempo y el 17 de septiembre de 1980 fue asesinado en Asunción. Fue una brutal acción en la cual guerrilleros argentinos del Ejército Revolucionario del Pueblo, dispararon contra la limusina en la que viajaba el ex presidente, y que fue rematado con un lanzacohetes. El cuerpo que se veló fue entonces el de un hombre carbonizado. Se le dio sepultura en Miami, donde acudió su amante Dinorah Sampson y Hope Portocarrero, la ex esposa, sus hijos, tíos, primos y otros parientes, todos beneficiados, directa o indirectamente con dinero de los nicaragüenses durante décadas…