Hoy celebramos en Cataluña la Diada de Sant Jordi. En este día, las mujeres recibimos una bonita rosa y los hombres un libro. Yo siempre he tenido la suerte de recibir las dos cosas. Como me gusta la historia, os dejo dos pinceladas del origen de esta fiesta.
La Diada de Sant Jordi conmemora la muerte de este santo fechada el 23 de abril de 303. Sant Jordi, o San Jorge, es un santo y mártir cristiano que, siendo militar romano se había convertido a la nueva religión y había muerto por su fe. A pesar de ser uno de los santos más populares en toda Europa, aun hoy se discute su autenticidad histórica. Durante las cruzadas se divulgó su historia por todo el Occidente cristiano. En 1246, Iacopo de Voragine fue el encargado de transmitir la conocida como Leyenda Aurea de San Jorge en la que incluyó los episodios fantásticos del dragón y la princesa dando pie a innumerables versiones.
Sea como fuere, Cataluña fue una de las muchas culturas europeas que tomó a este santo como patrón. Fue en 1436 cuando es propuso en las cortes de la Generalitat convertir esta fiesta en un día señalado. Muchos siglos después, en 1930, al coincidir este día con el día internacional del libro, coincidiendo con la conmemoración de la muerte de Miguel de Cervantes y Shakespeare, se incorporó la tradición literaria a las celebraciones. Así, las mujeres recibían una rosa símbolo de la sangre del dragón asesinado por un legendario San Jorge medieval y los hombres un libro.
En una ocasión, tal día como hoy regalé un cuento a mis niños con la historia de Sant Jordi para que supieran el por qué de esta celebración. Aquí os dejo la referencia. Nos gusta tanto que lo sabemos de memoria.
Sant Jordi i El Drac, Antoni Cósimo
¡Feliç Diada!