Mañana 13 de junio el protocolo vivirá un día grande. Si los suecos se van de boda real, aquí veremos cómo nuestros futuros alcaldes tomarán posesión oficialmente de su cargo.
En el caso de Suecia, fuera del vestido y la diadema que lucirá la novia (¡apostamos por la Doble Bandeau de la princesa Lilian!), se espera que todo sea un dejà vu.
La ceremonia se celebrará en la capilla real del Palacio Real de Estocolmo, sede parroquial de la familia real donde suele celebrar las ceremonias más destacadas. Tras la ceremonia el príncipe Carlos Felipe y la nueva princesa sueca, Sofia Hellqvist, darán un paseo en coche de caballos descubierto (parade barouche) por las calles de Estocolmo para, a continuación, trasladarse hasta el Vita Havet Assembly Rooms del Palacio Real donde los monarcas ofrecerán el banquete nupcial a sus invitados, seguido de un baile en la Galeria Karl XI. La etiqueta se supone que nos dejará ver diademas y condecoraciones, como es habitual en los enlaces matrimoniales de la corte sueca.
Entre los invitados, además de los miembros de las respectivas familias y autoridades del país, habrá representantes de las casas reales reinantes de Bélgica, Dinamarca, Gran Bretaña, Japón, Holanda y Noruega, y de las no reinantes de Grecia y Baviera. Y la princesa Estelle, sobrina del novio y futura reina sueca, asumirá un papel destacado entre las damas de honor. La ceremonia se podrá seguir en directo desde las 16.30 (hora sueca), en este enlace. Y como no podía ser menos en la era de las redes sociales, ya se han publicado los hashtags oficiales: #royalwedding2015 y #kungligtbröllop2015.
Respecto a la investidura de los nuevos alcaldes, de acuerdo con el artículo 195.1 de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General, que dice que: "las Corporaciones municipales se constituyen en sesión pública el vigésimo día posterior a la celebración de las elecciones, salvo que se hubiese presentado recurso contencioso-electoral contra la proclamación de los concejales electos, en cuyo supuesto se constituyen el cuadragésimo día posterior a las elecciones", también tendrán lugar mañana 13 de junio, ya que será el vigésimo día después de las elecciones del pasado 24 de mayo.
En Barcelona, lugar en que residimos, la ceremonia se llevará a cabo en el Saló de Cent a partir de las 17 horas y, siguiendo el protocolo municipal habitual, el acto tendrá dos partes: la reglamentaria o administrativa y la propia ceremonia de investidura, quizá más protocolaria.
Tras la entrada al salón de los invitados y de los nuevos concejales, la primera parte comenzará con la constitución de la Mesa de edad, formada por el edil de mayor edad y el más joven. Tras la jura o promesa de los nuevos cargos, la presidencia de la Mesa dará inicio al proceso de elección del nuevo alcalde, de lo que dará fe el secretario general del Ayuntamiento ayudando en el proceso de sufragio, escrutinio y proclamación.
La segunda parte es el acto de investidura en sí. El alcalde electo se dirigirá al estrado para jurar o prometer su cargo (en el caso de Barcelona, frente a un ejemplar de la Constitución, el Estatut de Autonomia y la Carta Municipal) y, a continuación, será investido con el el fajín y recibirá la vara correspondiente.
Finalizados los discursos, se dará por acabada la sesión, y el nuevo consistorio cruzará en procesión la plaça de Sant Jaume hasta el Palau de la Generalitat donde, siguiendo el ceremonial establecido, serán recibidos por el President. Hasta ahí, todo el ceremonial tradicional de estos casos, que se podrá ver en directo en este enlace.
No obstante, en esta ocasión se prevé que se introduzca toda una serie de innovaciones -que están dando mucho de que hablar-, especialmente relacionadas con las precedencias, la lista de invitados y una fiesta alternativa popular que se va a organizar paralelamente a la institucional, y que estará abierta a los ciudadanos en general. Dados los cambios ideológicos que se suponen se van a introducir en el nuevo consistorio, y en su nueva forma de hacer y actuar, el protocolo se ha convertido en uno de los principales temas básicos de discursión, valorando si se respetará la tradición o se "romperá" con ella.
Finalmente será que "protocolo sí", demostrando la flexibilidad de esta materia para adaptarse a las necesidades, y dejando constancia de la fuerza que tiene la negociación como su principal herramienta para llegar a un acuerdo beneficioso para todas las partes. Entre las novedades que veremos está la transformación de la lista de invitados tradicional en otra mucho más representativa, donde entidades ciudadanas que no suelen tener rango protocolario estarán "peinadas" junto a las autoridades y los estamentos que marca el protocolo institucional. Para dar cabida a todos ellos, se habilitarán varios espacios contiguos al salón principal desde donde podrán seguir el acto.
Pero lo que más ha sorprendido es la publicación, a través de las redes sociales, de una invitación abierta a todos los barceloneses para que se acerquen a la plaça de Sant Jaume, donde se colocarán unas 300 sillas y varias pantallas gigantes que facilitarán a los asistentes seguir en directo el acto institucional, pero desde el exterior.
En resumen, si en Estocolmo la boda real será un dejà vu, aquí en Barcelona asistiremos a un acto entre tradicional y novedoso. Una buena forma de acercar el protocolo a los ciudadanos, haciéndolo valer como una excelente herramienta de proximidad y comunicación.
Para saber más:
The prince wedding
Sweden royals weddings
Protocol municipal
Sessió constitutiva de la Corporació Municipal