Diáfano y permeable

El nuevo estadio de Burdeos parece ligero y abierto; Es elegante, si tal término se puede utilizar para un edificio de este tamaño. Su pureza y claridad geométrica inspiran una sensación de monumentalidad y gracia. Se podría estar tentado a hacer una comparación con un templo clásico, pero a diferencia del zócalo elevado de un templo, las grandes escaleras del estadio desdibujan los límites entre interior y exterior.

Innumerables columnas de pie en las escaleras acompañan a los visitantes en su camino dentro y fuera del estadio. La fusión de las escaleras y las columnas forma un gesto de apertura y accesibilidad. Se prestó especial atención a la integración de la estructura en el gran paisaje de Burdeos.

La disposición minuciosa y geométrica de la estructura del cuenco y las columnas refleja el patrón creado por los árboles y los caminos en el paisaje circundante. Este estadio está hecho para este lugar específico, un paisaje plano abierto, en las inmediaciones del Centro de Exposiciones de Burdeos, que se extiende a lo largo de la orilla del lago.

La “Elegancia” se ha convertido en un término depreciado al describir la arquitectura, erróneamente cuando uno mira el legado urbano y arquitectónico de Burdeos. Nunca buscamos la inspiración en la parte histórica de Burdeos con sus impresionantemente bellos edificios y monumentos, todos hechos de piedra caliza típica. Gran parte de lo que percibimos como la elegancia en los resultados es su unidad y homogeneidad de escala y materialidad y su precisión y pureza de la forma. No podíamos copiar este patrón, pero sin duda hemos aprendido de ella.

Para un máximo de 42.000 personas, el cuenco abarca la zona de juego; su geometría proporciona una visibilidad óptima para todos, junto con la máxima flexibilidad en términos de capacidad y el uso. El estadio es multifuncional y fue diseñado para acomodar un programa rico y diversificado: no sólo partidos de fútbol y rugby, sino también espectáculos, conciertos, y eventos de empresa.

El cuenco se compone de dos niveles superpuestos divididos en cuatro sectores de elementos protegidos por el techo. La parte inferior del techo, visualmente uniforme, guía el ojo en el campo de juego al tiempo que permite el paso de la luz solar. Su estructura no se muestra en el interior del estadio para evitar distraer la atención de los espectadores.

El aumento del cuenco sobre el nivel del suelo es una base compacta que alberga todas las funciones programáticas en un uniforme y simétrico volumen. Este zócalo incluye los espacios VIP uniformemente distribuidos en este y oeste, y áreas adyacentes para medios de comunicación y los espacios reservados a los jugadores. La sencillez arquitectónica y líneas puras de la taza y su base lisa aseguran el flujo de espectadores y facilita la orientación.

El tazón descansa sobre un pedestal, cubierto por un techo rectangular de bordes afilados. La elección de esta forma pura y casi abstracta responde con claridad y de manera eficiente a las condiciones naturales del sitio.

Este rectángulo blanco se proyecta hacia la tierra gracias a la multiplicidad de esbeltas columnas. Una cinta de puestos de comida y baños ondula a través de este bosque de columnas, llevado vivo por el movimiento de la multitud. A la vez denso y ligero, esta estructura crea un volumen rectangular evanescente que crea el contorno esculpido y orgánico de la taza emerge.

Este concepto arquitectónico da una identidad específica para el nuevo estadio de Burdeos. El volumen diáfano se abre al paisaje de los alrededores, mientras que las grandes escaleras expresan apertura y accesibilidad para todos. Su transparencia revela toda la energía y las actividades que va a transformar este pedazo de tierra en una parte nueva y vibrante de Burdeos.

Herzog & de Meuron, 2015©

Fotografías: ©Iwan Baan , Francis Vigouroux

Artículo relacionado: Concavidad unificadora

TECNNE | Arquitectura + contextos