Revista Salud y Bienestar
Acababa de entrar el siguiente y antes de cerrarse la puerta de la consulta se asomó otro paciente exponiendo...: -. No os habréis olvidado de mí? -. No lo creo, a ver, tienes por ahí el resguardo de la cita? -. Sí, aquí lo tengo... -. Pues mira a ver a qué hora pone... -. Las 15h12! -. Seguro? -. Sí! -. Y ese cinco no será un seis?... Tu hora no será a las 16h12? -. Ah! Caray!...-dijo mientras se fijaba un poco más en el resguardo-... Ahora que lo dices, es cierto....! -. Anda siéntate un momento, José, que luego te llamo... Ah! Y recuérdame después que te envíe al oculista!