
¿Por qué ocurre esto? Muy sencillo, basta saber la evolución normal del niño. Después del nacimiento, durante los primeros 6-12 meses de vida del niño, va perdiendo las defensas protectoras transmitidas por la madre durante el embarazo. A partir de ahí va desarrollando su propias defensas hasta los 4-6 años. Durante este tiempo se pondrá en contacto con más de 200 virus y tendrá un promedio de 6-10 in-fecciones al año –cada 15 días. Entre el nacimiento y los 4 años tendrá unas 100 infecciones especialmente entre los meses de octubre y marzo. Estar en lugares cerrados con otros niños como guarderías y colegios favorecen las in-fecciones.
La mayoría de las infecciones se transmiten por el aire con los estornudos y tos pero la más frecuente es el contacto entre persona-objeto-persona. Todo lo que toca un niño con una infección puede ser un medio de contagio para los siguientes. Juguetes, mesas, sillas, vasos, manos, etc., son pequeños puntos de diseminación de infecciones. Cuando los papás van a la consulta la mayoría de los niños que están en la sala de espera son pequeños con resfriados, otitis y diarreas. Casi todos los niños con infecciones recurrentes están sanos pero “tienen mala suerte”. Si su hijo tiene infecciones frecuentes pero sube bien de peso y el crecimiento es adecuado no ha de preocuparse, “tiene mala suerte”.
¿Podemos hacer algo con un niño “sano con mala suerte”?
- Tener paciencia; a los 4 años desaparece el “maleficio”
- Si tose pero no se despierta ni vomita no dar tratamiento; es un mecanismo de limpieza
- Si tiene fiebre y tiene buen aspecto espere 24-38 horas. La mayoría de las infecciones son víricas y autolimitadas. Si duda vaya al pediatra
- No le dé medicamentos por su cuenta y menos antibióticos. Su pediatra le aconsejará
- Según vaya creciendo enséñele las normas de higiene personal para evitar contagios