“La diálisis es un tratamiento sustitutivo que trata pacientes que tienen insuficiencia renal. Una máquina extrae las toxinas que el cuerpo no elimina, las pasa por una membrana semipermeable y con un filtro se reemplazan algunas funciones del riñón. Un paciente con esta patología tiene tres opciones: hacerse diálisis, hacerse un transplante o morirse”, aseguró Daniel Diéguez, un técnico de diálisis desde hace 30 años que trabaja en el centro ubicado en la localidad bonaerense de Quilmes.
Según informó el INCUCAI, 24.714 personas en Argentina se someten, sin excepción, tres veces por semana y por el resto de su vida, a esta terapia de reemplazo renal usada para proporcionar una sustitución de la función perdida del riñón. Las edades de los dializados son muy variadas ya que van desde chicos hasta ancianos.
Testimonios
Vicente Loricchio de 55 años, desde 2007, cuando le diagnosticaron insuficiencia renal crónica, depende de la máquina de diálisis para vivir. Los lunes, miércoles y viernes a las 6 de la mañana lo viene a buscar un remis, a cargo del centro, para llevarlo a lo que para él es “la vida”. “Tenés que pensar que dejas de ser una persona normal porque estás atado a una máquina, para mí es un compromiso al que no podes fallar, porque si lo haces, tu vida es la que está en juego”. En cambio, Olga Páez, de 64 años, arribó a diálisis en 2003, luego de haber sido operada en dos oportunidades de los riñones y tras haber estado en tratamiento pre-diálisis durante 10. La mujer aseguró que esta es una enfermedad hereditaria y agregó: “Mi hija también se dializa, ella empezó con problemas un poco más joven que yo, e incluso, mis nietos ya se están tratando porque les descubrieron quistes en los riñones”.
El caso de Oscar Parada es diferente porque es paraguayo y se vio obligado a venir a Buenos Aires, cuando le descubrieron su enfermedad ya que es su país no había centros para poder tratarse. “Este año falleció una de mis hijas y los médicos no me autorizaron a viajar porque allá no podía continuar con el tratamiento”.
Cuidados
Todos los pacientes que dependen de la diálisis deben tener determinados cuidados en su vida diaria para evitar los riesgos que implica la enfermedad. “Para ellos venir es parte de su rutina pero, si bien los accidentes son mínimos, no hay que olvidar que estás trabajando con sangre y cualquier bichito te puede producir cosas gravísimas”, certificó Diéguez.
Entre los principales cuidados se pueden mencionar:
- Exhaustivo control en la ingesta de líquidos (máximo 1 litro por día)
- Exhaustivo control e la ingesta de alimentos ricos en potasio, fósforos y sodio.
- La función residual del riñón, sobre estos alimentos, no es sustituida por la diálisis.
Tratamientos
El tratamiento de realiza en cuartos higiénicos para evitar el riego de contraer alguna infección en la sangre durante el proceso y para poder llevarla al dializador, es necesario establecer también, una entrada a los vasos sanguíneos por medio del la intervención local de cirugía y existen tres posibilidades:
- realzar una fístula en el antebrazo, en la que se unen una vena y una arteria.
- implantar un vaso artificial que una la arteria con la vena.
- utilizar catéteres externos que son transitorios por riesgo infecciones.
Consecuencias
Una de las consecuencias inmediatas que trae la terapia es el cansancio porque, según explicó el Técnico Dieguéz, al principio “quieren una cama” pero después se van acostumbrando y, agregó que esto se debe a que los riñones de una persona normal funcionan las 24 horas y, en cambio, los de ellos sustituyen en 4 el funcionamiento de 48 y esto resulta muy brusco para el cuerpo.
Todas las provincias argentinas poseen más de un centro de diálisis en el que pueden atendidos pacientes del lugar o turistas.
Marco legal
Los insuficientes renales están considerados como discapacitados y están amparados bajo la Ley Nacional de Diálisis NC 22853/83 promulgada en 1983, en la que se regulariza el funcionamiento del tratamiento y las actividades de los enfermeros y técnicos.
La cura de esta patología no se logra con diálisis sino que con un transplante: “Por una cuestión profesional uno quiere que el paciente se trasplante para liberarse de la diálisis y para que el riñón nuevo cumpla la función “original”, deseó Dieguéz.
Por Lucía Lorichhio