Diálogo interior

Ten cuidado con tu diálogo interior. Puede que esté deteriorando tu relación con los demás. A veces te lleva a juzgar a las personas y hace que dejes de respetarlas como se merecen. Sabe conseguir que desconectes de los demás y que renuncies a hablarles y a escucharles. Es posible que deje en tí una actitud que marcará todas las conversaciones que mantengas con quienes te rodean y que, a tu paso, vayas dejando a tu paso un rastro de personas sumidas en la frustración, en la rabia, en el miedo o en cualquier estado de ánimo emocionalmente tóxico.

Ten cuidado con tu diálogo interior. Puede estar deteriorando tu relación contigo mismo. Tiene la capacidad de sabotear tu autoestima con mensajes que te hacen sentir que eres malo, feo, loco, o maldito. Puede anular en ti la esperanza de que algún día conozcas la felicidad. También sabe evitar que hagas cosas para alcanzarla. Incluso te puede llegar a convencer de que ni siquiera merezcas tenerla en tu vida.

Ten cuidado con tu diálogo interior. Puede estar sembrando en tu cabeza las semillas del pesimismo. Conoce la manera de conseguir que veas el mundo como un territorio hostil, como un escenario de escasez en el que sólo puedes lograr un espacio de confort compitiendo con los demás para arrebatarles todo lo que necesitas.

Cultiva tu diálogo interior. Hay una epidemia que arrastra a muchas personas hacia un discurso negativo. Cuando caen en sus redes se instalan en una conversación interior que las anula y que las sabotea. Si contraes la enfermedad quedas a merced de tu diálogo interior y pierdes el control que tienes sobre tu vida. Protégete.