Carmen Cecilia Lara.
El presidente Nicolás Maduro, se pone a la altura del momento histórico y le abre camino de paso a todos los pueblos de Nuestra América, convocando una Asamblea Nacional Constituyente, otorgando de nuevo el poder originario al pueblo de Venezuela.La oposición ya sale casi en susurros diciendo que Maduro lo que quiere es consolidar “su” dictadura y con la cara roja, no por chavista sino de vergüenza o rabia, no encuentra palabras para salir del tremendo zarpazo que recibió en su intento de arrebatarle al pueblo de Venezuela sus logros. Algo que no esperaba.
En cambio el chavismo, el bolivarianismo, en fogueo permanente durante estos últimos cuatro años de asedio a Nicolás Maduro, con nuevas organizaciones como los Claps, que se suman a la decenas que ya existen, se fortalece y se eleva de manera cuántica poniéndose a la vanguardia otra vez de todo el continente a través esta oportunidad histórica donde todos podemos participar.
No querían diálogo, pues ahora lo tienen en cien tazas. Es un diálogo mayor que ocurre justo después de que nuestro país decidiera de manera soberana salir de ese aparataje colonial que es la OEA y de que nuestro pueblo está saliendo victorioso de la guerra mediática y económica.
Chávez resucita gigante para dirigirnos en este proceso revolucionario y magnífico. Fueron por lana y salieron trasquilados. Ahora las transformaciones se profundizan y verdaderamente se le da más que un chance a la paz.
Profesora de comunicación social de la UBV
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