Diálogo captado entre dos detectives de la famosa agencia barcelonesa:
M -- Qué maravilla tecnológica llevas para espiar: una insignia del Barça con micrófono y cámara de televisión que capta y transmite todo a cientos de metros, además indetectable para el contraespionaje. Yo no tengo artilugios así.
F -- Necesidades de trabajo para seguir los negocios de los Pujol, Mas y de su coalición, que son gente muy cauta, muy catalana. Claro que los del PSC pagan bien. Lo que no entiendo es cómo la policía puede detener a tantos de CiU, cuando no tiene ni para la gasolina de los coches, y menos para aparatos como los míos.
M -- A mí la Agencia siempre me da alcachofas enormes para meter en un centro de mesa con flores secas. Hace poco espié así a Alicia Sánchez-Camacho. Me dicen que casi no necesito aparatos porque estos del PP son unos pánfilos lenguaraces, que ni se enterarían aunque me disfrazara yo de florero. Le cuentan sus secretos a cualquiera en cuanto un compañero de partido les molesta un poco.
F – Qué razón tienes. Mira el caso Bárcenas. No sé por qué nos contrata el PSOE para espiarlo, cuando el PP se denuncia sí mismo. Incluso va a su periódico más hostil, El País, para descubrir los oscuros secretos de sus finanzas, como hizo Jorge Trías Sagnier, que había sido abogado y diputado del partido.
M—Rubalcaba debería encargarnos que investiguemos por qué Rajoy mantuvo hasta anteayer a Bárcenas cobrando del Partido, mientras María Dolores Cospedal lo negaba y lo denunciaba. Pero no lo hará porque tiene aún policías infiltrados, pero, sobre todo, porque algún pepero cantará.
F – ¡Qué catetos! Bueno, que tengas suerte disfrazado de búcaro, aunque a saber quién paga ahora. Suerte, Mortadelo.
M – Adiós, Filemón.
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