El: ¿Puedo invitarte un trago?
Ella: En realidad preferiría que mejor me dieras el dinero.
El: Soy fotógrafo. He estado buscando un rostro como el tuyo.
Ella: Yo soy cirujana plástica. También he estado buscando un rostro como el tuyo.
El: Hola, ¿no salimos juntos una vez? ¿o tal vez dos?
Ella: Debió haber sido una. Nunca cometo dos veces el mismo error.
Él: ¿Cómo hiciste para ser tan bella?
Ella: Probablemente me toco la parte que te correspondía a ti.
El: ¿Saldrías conmigo el sábado?
Ella: Lo siento, pero me va a doler la cabeza el fin de semana.
El: Tu rostro hace que la gente vuelva a mirarte.
Ella: Y el tuyo hace que vuelva el estómago.
El: Vamos, no seas tímida. Dime algo.
Ella: Okay, lárgate!
El: Estoy seguro que podría hacerte muy feliz
Ella: Por qué? Ya te vas?
El: ¿Que dirías si te pidiera que te casaras conmigo?
Ella: Nada. No puedo hablar y carcajearme al mismo tiempo.
El: ¿Me puedes dar tu nombre?
Ella: ¿Por que? ¿No tienes tu uno?
El: ¿Vamos a ver una película?
Ella: Ya la vi.
El: ¿Dónde has estado toda mi vida?
Ella: Escondiéndome de ti.
El: ¿No te he visto en otro lado?
Ella: Sí. Por eso ya no voy allá.
El: ¿Esta libre este asiento?
Ella: Si, y si te sientas también éste.
El: Así es que, ¿a que te dedicas?
Ella: Soy travesti.
El: Hola preciosa, ¿que signo eres?
Ella: De negación.
El: Tu cuerpo es como un templo.
Ella: Lo siento, pero hoy no hay misa.
El: Si te viera desnuda moriría feliz.
Ella: Si yo te viera desnudo probablemente moriría riendo.