Diario 'Breaking Bad': Temporada 5, capítulos 14, 15 y 16 (fin)

Se acabó. Perdonad que no haya comentado estos tres episodios individualmente, pero es que no pude evitar verlos del tirón. En cualquier caso, los tres forman un largo clímax, así que no es tan descabellado comentarlos a la vez.
El 14 es el famoso 'Ozymandias', que no es tan trágico como esperaba. Oh, es un dramón, pero por los comentarios de la gente me esperaba que muriesen todos, incluida la pequeña Holly.
El que sí se nos va es Hank, uno de mis personajes favoritos, que, las cosas claras, estaba condenado desde que descubrió la verdad sobre Walt. Su muerte deja a este destrozado, cosa que me ha sorprendido. Siempre ha sido difícil de asegurar quién importa de verdad a Walt, pero ahora queda claro que, verdaderamente, Walt nunca quiso que le pasase nada a su cuñado. La conexión con el protagonista se restablece, porque esta vez está sufriendo de verdad, porque esta vez no es el más malo. Esta vez queremos que gane y se vengue del tío de "Creepy Matt Damon" y el resto de piratas (es lo que son, hasta roban un tesoro enterrado). Incluso comprendo que delate a Jesse y deje que se lo lleven, y hasta que le cuente lo de Jane para hacerle sufrir. Está furioso y dolido, y culpa a Jesse de lo que le ha pasado a Hank.
Pero el momento más duro es cuando comprende que se ha convertido en un villano para su familia. Hasta su hijo, siempre tan bueno e inocente, ha descubierto la verdad y se pone en su contra. Es ahora cuando Walt hace algo muy interesante: Acepta su papel de malo y lo usa para que la poli se centre en él y deje en paz a Skyler. Walt ya no quiere ganar. Solo quiere reparar el daño que ha hecho, dentro de lo posible.
Sin embargo, en el capítulo 15 va perdiendo esa motivación, y deja que pase el tiempo, escondido. En este punto no puede ser más patético.
Jesse, convertido en esclavo de esa chusma, también está peor que nunca. Y sin embargo, no sufro por él tanto como otras veces, por un motivo muy claro: Sé que ese no va a ser su final. Sé que en el último episodio, Walt lo va a salvar. Solo queda esperar a que Heisenberg resurja de sus cenizas. Y cuando sucede, al final del capítulo, en un momento que no puede estar mejor filmado e interpretado... Buah. Pelos de punta.
Nos metemos ya en el último episodio, absolutamente ÉPICO. Es de los capítulos que más he disfrutado, pues tenía la certeza de que todo lo que iba a ocurrir iba a seguir el plan de Heisenberg. Su último plan, una despedida gloriosa. Todo es perfecto. Todo ocurre como debe de ocurrir. No se me ocurre qué más decir.
Para mí, la serie acaba todo lo felizmente que podía acabar dadas las circunstancias.
Un final sublime para una serie que se me ha hecho un poco cuesta arriba en las temporadas centrales. Me cansé de las maquinaciones de Walt, del sufrimiento de Jesse y de Gus y lo que le rodeaba. Pero las dos primeras y esta explosiva quinta temporada me resultan fascinantes. Sin embargo, no pongo a la serie entre mis favoritas. Demasiado chunga. Lo cual no quita que alcance unas cotas de calidad como pocas veces he visto.
Si tuviese que destacar una sola cosa, sería la interpretación de Bryan Cranston. Un trabajo de los que hacen historia.
En fin, nada más que añadir. Gracias por acompañarme en este diario.