Estimado Capitán:
Hoy es un día muy especial para la unidad familiar que comando desde hace seis meses en este planeta. ¡Seis meses! Y parece que fue ayer cuando me vomitaban en la camisa y me meaban en la cara sin querer. Aunque pensándolo bien, ayer también lo hicieron.
Los dos a la vez.
Sincronizados.
Ni Gemma Mengüal.
Parecían Los Cazafantasmas cruzando los rayos y yo atrapado entre tanto fluido orgánico no procesado. ¡Qué felicidad! Nunca pensé que las heces, el pis y el vómito pudieran hacer tan feliz a una persona. A veces me dan ganas de llevarme una muestra al trabajo para tirármela por encima en los momentos de nostalgia hogareña aguda.
Para celebrar el medio año de vida hemos decidido prepararles una fiesta por todo lo alto: pediatra, enfermera y vacuna. Un todo incluido. Al principio la cosa empezó bien, una sonrisa por allí, un pis disparado por allá, una pequeña carcajada, pero cuando han visto la aguja…¡Ay Capitán! En ese momento la cosa cambió de tono. Para ellos ir al pediatra es como “Abierto hasta el amanecer. Nada es lo que parece.
Nunca he visto a nadie tan frustrado por no saber correr.
Pinchazo, serenata en do mayor y a los brazos de papi y mami que todo lo curan.
Esa es otra de las cosas que estamos descubriendo: la llamada “Mirada amor”. Es como la “Acero azul” de Zoolander, pero en bebé. Y entonces suena “What a wonderful world” y te das cuenta de que para esos pequeños humanos eres una especie de ídolo. Llegas a casa del trabajo y te reciben…pues como pueden.
Como aún están pillándole el truco a esto de las posturas y tal, pues agitan las piernas, sonríen y emiten esos sonidillos que parecen un módem antiguo. Cualquier día se conectan a Yahoo.
Así que en estos seis meses uno madura de golpe para estar por aquí cuánto más tiempo mejor. Deja los vicios. Come fruta. Ve La 2. Supongo que un día leerán esto y yo no estaré por aquí, pero como en estos meses he madurado mogollón me he comprado una túnica negra y una peluca plateada para grabar varios mensajes al futuro, ya sabéis como si fuera Marlon Brando en “Superman: The movie” traducido “Superman: La movida”. En vez de cristales le hablarán directamente al ordenador…
Año 2033
Antón y Tomás tienen 18 años.
Antón Jr. y Tomás cargan el cristal de la memoria artificial de su padre, Antón Sr.
—Papá…¿Estás ahí?
—No.
—Papá, déjate de coñas que tenemos una duda existencial.
El holograma de Papa Cruces toma forma en el salón de la casa. Regio y elegante. Es el Arturo Fernández de los hologramas.
-¡No sabemos qué carrera hacer! ¡Oriéntanos!
—Dejadme pensad. La verdad es que es un dilema hijos ¿Una media maratón igual es mucho no?
—¡Papa!
—Jor-El si no os importa.
—Papá, queremos decir qué carrera universitaria…
—¡Ah! Ummm…Qué dilema. ¿Qué nota habéis sacado?
—Yo 57.987.352 neocréditos.
—¿Y tú Tomás?
—6 neocréditos.
—¿Y eso?
—Es que yo quiero bailar y me saltó las clases para perrear.
—Bailar…No me sorprende, no. Yo era un gran bailarín en mis tiempos. ¿Alguna vez os he contado como hacía el gusano en…
—Dale para adelante que esta parte es un coñazo.
Tomás pulsa el botón y la imagen se acelera. Mi holograma hace el gusano, el robot, el autoestopista a velocidad de vértigo. Tomás vuelve a activar el mecanismo de interactividad.
—Tenéis que hacer lo que os haga felices. O lo que se os dé bien, a veces no van de la mano, pero si algo os gusta y lo deseáis con mucha mucha fuerza seguro que se cumplirá.
—¿En serio papá?
—Qué va. Lo saqué de “Frozen”. Ni de coña. Trola pura 100%. Como no os lo curréis ya podéis desear algo con tanta fuerza que os asome la tortuguita que así os vais a quedar.
—¿Y qué hacemos entonces?
—¿Qué dice vuestra madre?
—Que no hagamos ruido al llegar.
—No, me refiero a lo de vuestro futuro.
—Que persigamos nuestros sueños.
—Vale. Yo creo que lo más importante es que tengáis seguridad en vosotros mismos y seáis vuestros propios jefes.
—¿Yo el de Tomás y Tomás el mío?
—No coño. Que montéis vuestra empresa y curréis para vosotros mismos. ¿De acuerdo?
—¿Una empresa de qué?
—De chicles de ajo, balones cuadrados…no importa, pero que os la creáis y que salgáis a pelear todos los días.
—Vale papi.
—Una pregunta.
—Dinos papá.
—¿Estoy muerto, no?
—No, llevas en el baño media hora, te sienta fatal el mejicano.
—Qué alivio hijos…pero esta va en serio. Sed vuestros propios jefes.
—Lo tendremos en cuenta.
Felices 6 meses de vida. Los nuestros han sido los mejores desde lo de Sabrina en el 87.
Si es que todo lo que viene de dos en dos…
¡Saludos Capitán!
Le mando un informe visual para que veo que lo de bailar es pura genética.