Título: Diario
Autor/a: Ana Frank
Editorial: Debolsillo
Idioma: Español
Número de páginas: 384
Saga: —
Tras la invasión de Holanda, los Frank, comerciantes judíos alemanes emigrados a Amsterdam en 1933, se ocultaron de la Gestapo en una buhardilla anexa al edificio donde el padre de Ana tenía sus oficinas. Eran ocho personas y permanecieron recluidas desde junio de 1942 hasta agosto de 1944, fecha en que fueron detenidos y enviados a campos de concentración. En ese lugar y en las más precarias condiciones, Ana, a la sazón una niña de trece años, escribió su estremecedor Diario: un testimonio único en su género sobre el horror y la barbarie nazi, y sobre los sentimientos y experiencias de la propia Ana y sus acompañantes. Ana murió en el campo de Bergen-Belsen en marzo de 1945. Su Diario nunca morirá.Hacía mucho tiempo que tenía ganas de leerme este libro, y gracias a la Lectura Conjunta que han organizaron Restos de Sal y Los libros al Sol he tenido la escusa perfecta para aventurarme en este diaro perteneciente a una niña judía que permanece oculta junto a otros durante años.
Os tengo que confesar que me resulta muy complicado hacer la reseña de este libro porque no es una historia que haya nacido en la imaginación de una persona y de la cual, los hechos que suceden entre sus páginas no son más que fantasías y situaciones creadas para hacer sentir a los lectores diferentes emociones. Este libro es el diario de una niña que vivió la Segunda Guerra Mundial en su propia piel, que tenía sus miedos e inseguridades, que logro encontrar un amigo en La casa de atrás, que fue creciendo y teniendo sus propias ideas y sueños acerca del mundo... Así que me disculpo con todos vosotros si esta reseña no es como todas, porque hablar de la vida de una persona no es lo mismo que de unos personajes, y la verdad, yo no soy nadie para juzgar los pensamientos y vivencias de otra persona.
En el instituto me gustaba mucho la historia, era como un cuento que podías narrarle al profesor en los exámenes, pero realmente, en clase nunca te cuentan todos los detalles de las guerras. Estudie cosas sobre la Primera y Segunda Guerra Mundial, aprendí los bandos que se formaron y esas cosas que te obligan a aprender, pero nunca me dijeron como viviría un judío escondido, ni que tenían que llevar una estrella de david cosida a la ropa para que todo el mundo les pudiera identificar, que no podían ir en los autobuses y un montón de restricciones más.
Gracias a Diario de Ana Frank, he podido comprender mucho mejor como era la vida para un grupo de judíos escondidos durante la Segunda Guerra Mundial. Las personas que arriesgaron la vida para protegerles de los nazis y los campos de concentración, la manera en la que les traían suministros y noticias del exterior para que no se volvieran locos ahí dentro... Además, la convivencia entre tantas personas en un espacio tan reducido acababa provocando roces y riñas, que al cabo del tiempo se acababan pasando porque no quedaba otra remedio, sino la casa era un lugar de completa tensión. Todos tenían que colaborar y ayudarse mutuamente, e incluso en una situación así, había algunos egoístas que no querían compartir su comida con el resto. La forma de pasar las horas que tenía cada uno, la mayoría estudiando cursos por correspondencia o leyendo libros que les traían quienes les protegían para que no muriesen de aburrimiento allí dentro.
Y todo esto gracias a una niña a la que vemos evolucionar y madurar a lo largo de los meses. Porque obviamente Ana no es una niña durante todos esos momentos, comienza a cambiar, física y mentalmente, sus opiniones comienzan a ser diferentes de las de las personas que la rodean. Ella no quería ser una ama de casa, quería ser periodista y labrarse un futuro, quería estudiar y aprender, quería viajar y practicar todos los idiomas que estudiaba... Tenía sueños y, aunque en ocasiones la depresión y el miedo pudiera con ella, siempre encontraba algo bueno para continuar teniendo esperanzas. Se sentía alejada de su familia, especialmente de su madre, pero encontró un amigo en medio de todo el caos y comenzó a tener sentimientos muy fuertes hacía él, un chico con el que podía contarse cualquier cosa y tener confianza.
Yo os recomiendo mucho este libro, conocer cómo era la vida de personas que decidieron esconderse durante tiempos tan duros es algo sobrecogedor, y aún lo es más, cuando todo está narrado desde la perspectiva de una chiquilla que va madurando entre cuatro paredes. No tenía intención de ponerle puntuación al libro, porque los hechos y la vida no se pueden puntuar, pero esta historia me ha enseñado tanto y me ha mostrado una de las tantas facetas que tiene una guerra, que le voy a dar la puntuación máxima.