El eterno debate... papel o digital, esa es la cuestión...
¡Eh, hola! ¿Qué tal ta va todo? Hoy quiero hablarte de ese tema tan peliagudo que rompe amistades y provoca grandes discusiones entre los lectores...
¿Qué es mejor, los libros en papel, o en formato digital? Bueno, yo no tengo la respuesta a esa mítica pregunta, pero te puedo contar mi experiencia personal. ¿Te quedas un rato?
Cuando yo me estaba "formando como lectora", no había formato digital... así que crecí rodeada de libros en papel. Durante la mayor parte de mi vida he sido una fiel defensora del papel, de su tacto, su olor, su aspecto. ¿Qué hay más impresionante que un libro en tapa dura?
Para mí, mucho tiempo el formato digital era igual a piratería, ya fuera porque resultaba más fácil de piratear, o porque casi todo lo digital era pirata. Vale, inocencia la mía, pero era así.
Entonces llegó esa etapa en la vida en que el dinero escaseaba, y compré un par de libros en formato digital. Cosas raras, como el ePub, comenzaron a resultarme más conocidas (de hecho, incluso maqueté algunos de nuestros libros, cuando empezamos a publicar), y empecé a leer en la tablet, y después, en el móvil.
El paso siguiente fue bajarme la aplicación kindle para el teléfono. Me aficioné, lo admito, porque me permitía leer las preview tranquilamente. Pero yo seguía empecinada en el papel: "sí, sí", solía decir, "el digital va muy bien por ciertas cosas, pero no hay nada como el papel". Así que leía las preview y, si me gustaban, en lugar de comprarme el libro en kindle lo compraba en físico.
Entonces llegó el gran cambio en mi vida como lectora: hace tres años, mis cervicales dijeron "hasta aquí hemos llegado". Entre otros muchos efectos de mi pequeño problemilla, ya no puedo sujetar un libro físico como antes: el cuello, los hombros y los brazos me duelen a los cinco minutos. Tampoco es viable tomar la mala postura de poner un libro en la mesa e inclinar la cabeza, solo lo empeora.
Mi única solución fue empezar a pasarme al digital. Bendito kindle y su aplicación en móvil, me permitieron seguir leyendo como siempre, con un peso muy ligero (el teléfono) y adaptando la letra y la luz a mi gusto.
Todavía adoro el papel, y mis libros favoritos los quiero y los tengo en físico. Mi estantería no crece, pero mi colección de libros sí. Aun así, ahora casi todo lo que leo es en kindle.
No diré que la transición haya sido fácil, pero tengo que aceptarlo: el digital tiene muchos beneficios, el peso y el precio siendo los principales. Además, puedo leer en inglés, y la aplicación te da un diccionario en la propia lectura si tienes dudas.
En definitiva... Nada va a sustituir el placer y el encanto de un libro físico, pero admitámoslo: el digital tiene muchas ventajas. ¿O no?