Hace tiempo que no escribo nada en tu diario, pero andamos justos de tiempo (y de dinero), y además me salen mejor las palabras delante del ordenador que del cuaderno.
Aprovecho hoy, que tengo algo de tiempo libre. Tiempo que por cierto, bien podría dedicar a recoger la cocina o limpiar el baño, ambos dos hechos unos zorros. Pero siempre tengo algo mejor que hacer que limpiar, como pueda ser escribirte, llevarte al parque, o jugar contigo a la plastilina.
Cuando leas esto, que será dentro de muchos años, no tendrás ni idea de como era tu vida con 22 meses, así que hoy va un breve resumen.
Vas a la escoleta desde Septiembre, y quitando los pucheros de la primera semana, te gusta mucho ir. Tanto que muchos días cuando te voy a recoger, no quieres venir y preferirias quedarte a jugar en el toboán (tobogán en tu jerga lenguatrapil) un rato más. Uno de los mejores momentos del día es irte a recoger cuando vas a la escoleta. Abro la puerta de tu clase y cuando me ves, se te ilumina la cara, me regalas una sonrisa de oreja a oreja, y vienes corriendo a darme un abrazo.
Por las tardes las pasas conmigo o con papá, dependiendo de como nos organicemos el trabajo, y también con la memé. Te ha tocado una súper abuela de las buenas de verdad, y a mi una suegra maravillosa. Aunque sea una consentidora compulsiva. Pero es estupenda.
Ahora llevas una semana sin ir a la escoleta, porque te salió un grano que prometía darte fiebres y malestares varios, y que no te ha hecho ni cosquillas. Pero como en teoría es altamente contagioso, no nos han dejado llevarte. Asi que por las mañanas te has quedado con papá en casa. Te lleva al parque y a casa de la memé montado en un camión que tienes que se llama Sansón, y con el que vas arrastrando los pies, por cierto. El primer día de estrenar zapatos nuevos, les pegastes una soberana lijada por el camino. Y yo le pegué una bronca (cariñosa) a tu padre por ponerte los zapatos nuevos para ir con Santón. Ahora son medio nuevos. Tu vas sentado en el camión, y papá te estira de una cuerda. Intentaré poner una foto para que tengas de recuerdo.
Por las tardes te has quedado conmigo. Te he llevado al parque a jugar, o al super a comprar ñañón (jamón) y tatús (chupachús) de cacola (cocacola). Las tardes lluviosas en las que no hay que ir a comprar ni a hacer recados, ni se puede ir al parque, las pasamos en casa jugando a tilina (pastilina) y mirando cuentos. Aunque se nos hacen un poco largas porque el piso donde vivimos no es grande, tu eres muy activo, y se nos queda pequeño.
Tenemos el piso en venta. Es muy bonito, tiene jardin comunitario, piscina, y está al lado de la playa. Pero es un segundo sin ascensor que desde el garaje se convierte en un tercero. Y subirte a ti en brazos o las bolsas de la compra desde el garaje, desloman a cualquiera. Además solo tenemos dos habitaciónes, la tuya muy pequeña y un minibaño. Asi que intentamos venderlo para comprar algo más grande y con menos escaleras.
Además nos gustaría que tuvieras un hermanito/a, y en esta casa sería de locos.
No se como estarán las cosas cuando tu seas mayor, pero ahora estamos pasando una de las peores crisis económicas que se hayan conocido. Esto significa que ganamos muy poco dinero, y que de eso dependen muchas cosas. Nos gustaría que todo esto se arreglase, pudieramos vivir algo más holgados, que el único que come rape en esta casa eres tú, y poder tener otro niño sin demasiadas preocupaciones económicas.
Independientemente de esto, intentamos cambiar la casa, y en función de como vayan las cosas de aqui a un par de años, veremos a ver que hacemos.
Mientras tanto tu sigues comiendo, jugando, soñando y riendo ajeno a todas nuestras preocupaciones, como debe ser. Eres un bebé feliz. Y nosotros somos muy felices contigo. Aunque no comamos rape. Y aunque me pintes las paredes con plastidecores.
Muack. http://www.articulos-fiestas-infantiles.es