El viaje a Estocolmo quiero contártelo a modo de diario, como lo he hecho en anteriores ocasiones, para que así tengas todos los detalles de lo que he hecho y mis opiniones al respecto.
Este viaje era muy especial para mi, era el primero que realizaba después de un año y medio sin viajar debido a mi lesión de rodilla. Ya te avanzo que todo fue a la perfección, pocos días he sentido dolor y he conseguido recuperar la estabilidad al 100%. Puede sonar como algo sin importancia pero para mi, ponerme a prueba de esta manera, era todo un reto que superé con creces.
El primer día ya te avanzo que es digno de leer… lo que me pasó es más que surrealista ya que podría ser objeto de una cámara. Así que en este primer post te cuento mi llegada a Estocolmo y como fueron las primeras horas en la capital Sueca.
¿Quieres saber qué me pasó? Sigue leyendo para descubrirlo.
Empezamos el día muy pronto, el despertador sonó a las 3 de la mañana ya que debíamos estar un par de horas antes del vuelo en el aeropuerto por si las moscas.
El día anterior reservamos un parking para dejar el coche durante los días que estuvimos fuera. El nombre de la empresa es Parking OK, se encuentra en Viladecans y puedes reservar directamente desde su página web. Al dejar el coche te hacen fotos de su exterior y del cuentakilómetros. Una vez dejas el coche, ellos te acompañan a la Terminal y te muestran el lugar donde te recogerán a la vuelta. Para que tengas una idea nos costó, por 9 días, 48€ (los cuales puedes pagarlos a la vuelta).
Llegamos a la T1, pasamos el control de seguridad y fuimos a comer algo para hacer tiempo hasta la hora del embarque. Y es en este momento donde empieza la locura.
Hacemos el embarque con normalidad a las 5:55h, nos trasladan en jardinera y nos montamos en el avión. Cuando estamos todos arriba vemos que no nos movemos y el comandante nos cuenta que hay un problema eléctrico. Llegó un técnico a repararlo y si se solucionaba volaríamos pero… no fue posible. ¿Qué pasó? Pues nos volvimos a subir a las jardineras y nos llevaron a un segundo avión.
Cuando llegamos al segundo avión, que se encontraba en la T2, y subimos por la escalerilla me fijé que de la panza del avión salía agua, pero pensé que era algo normal después de lavarlo. De nuevo estábamos todos dentro y el comandante nos vuelve a hablar. Esta vez estaba entre sorprendido y enfadado. Nos contaba que el tanque de agua potable perdía agua y se tenía que sellar y volver a llenar. ¿Y qué pasó con nosotros? Pues nos volvieron a subir a las jardinera, nos llevaron a la T1 y nos dijeron que nos avisarían para volver a embarcar.
Al llegar a la terminal todo el avión fuimos de cabeza al mostrador de Vueling para preguntar por el tema de poner una reclamación y por si teníamos derecho a un bono para snack o comida.
Nos dijeron que la reclamación tenía que hacerse una vez pasado todo el tema del vuelo y sí teníamos derecho a comida, mostrando la tarjeta de embarque en unos establecimientos en concreto nos darían algo para comer
A todo esto ya eran las 11h, el avión original salía a las 6:20h, y en teoría el nuevo avión salía a las 12h.
Llegan las 12h, embarcamos pero… estuvimos más de 20 minutos esperando a que viniera la jardinera a buscarnos. Finalmente llegó y nos llevó al segundo avión que habíamos estado ya que lo habían reparado.
Una vez arriba el nuevo comandante nos contó todo lo que había sucedido. Además de las dos incidencias técnicas se suma que la tripulación de los primeros aviones no podían seguir trabajando ya que habían llegado al máximo de horas trabajadas. Así que tuvieron que llamar a la tripulación que estaba de guardia para sustituir a sus compañeros.
Cabe decir que las dos tripulaciones nos trataron de 10. Nos proporcionaron toda la información que tenían a su mano, e incluso nos dieron una chocolatina y agua en el trámite de ese segundo avión, pero por parte de la compañía la información fue nula.
Inciso
Esa misma noche realizamos la reclamación de compensación por un retardo de más de 6h. Al cabo de 10 días nos contestaron, desde Vueling, diciendo que en un período de 7 días nos ingresarían la compensación por demora en la llegada al destino. Y efectivamente al cabo de 7 días nos hicieron la transferencia de 400€ a nuestra cuenta bancaria.
Finalmente pusimos rumbo a Estocolmo. En lugar de llegar a las 10:20h, como era previsto en el vuelo original, llegamos a las 16:40h, 6:20h más tarde. Perdimos el día pero por suerte teníamos mucho margen de días para reestructurar el planning.
Al llegar, y antes de salir de la Terminal, compramos los billetes del bus. Elegimos, por horas, la compañía Flygbussarna. Tanto puedes comprar los billetes por internet como en la máquina que hay junto a la marquesina de la compañía. Los billetes nos costaron 129 SEK (tasas incluidas) al cambio 11€.
Estos buses te llevan a la T-CENTRALEN pero nosotros (siguiendo el trayecto del bus por Google Maps) decidimos bajarnos en la parada de St Eriksplan. No nos quedaba demasiado lejos del alojamiento y después de tantas horas subiendo y bajando de aviones necesitábamos que nos diera el aire fresco.
Al cabo de unos minutos llegamos a nuestro alojamiento. Esta vez decidimos quedarnos en un apartahotel ya que nos haría más fácil nuestra estancia porque eran 8 noches las que nos quedamos en la ciudad. Nos quedamos en el Sky Hotel Apartments Stockholm, en Stadshasen. Se encuentra en una zona muy tranquila de oficinas y cerca de 2 líneas de metro (azul y verde), ideal para moverse por la ciudad.
Habitación del apartahotel
Nuestro baño
El check in fue muy rápido, no nos pidieron nada de documentación, nos dieron un par de mapas y nos informaron que muy cerca del hotel había un supermercado Maxi ICA que abría hasta las 22h.
Una vez deshicieron las maletas y nos acomodamos, fuimos al supermercado para hacer algo de compra. Nuestra intención era desayunar todos los días en el alojamiento y si se terciaba también cenaríamos (¡Spoiler! Sólo cenamos fuera un día. Con el cambio de hora se hacía de noche a las 16h y al empezar el día pronto sobre las 19h volvíamos para el apartahotel a descansar).
Cuando volvimos a la habitación nos hicimos la cena y decidimos poner punto y final al día ya que estábamos despiertos desde las 3 de la madrugada y estábamos rendidos.
Nuestra cena rápida en el alojamiento
Al día siguiente nos esperaba un día intenso ya que nos sumergirnos a conocer una buena parte de la ciudad.