En este tercer Diario de Estocolmo te voy a llevar a conocer la isla de Djurgården. Esta gran isla es conocida por albergar alguno de los mejores museos de Estocolmo y además alberga rincones de ensueño. Es un lugar ideal para pasar el día ya que en ella hay tantos planes por hacer que no te vas a aburrir.
A continuación te cuento todo lo que realizamos un viernes de finales de octubre por la isla de Djurgården. ¿Estás preparado? ¡Vamos allá!
Empezamos la mañana como cada días desayunando en el apartahotel y una vez finalizamos nos dirigimos a la estación de metro de Stadshagen (línea azul). Una vez allí, en las taquillas compramos la tarjeta de transporte para 7 días las cuales nos costaron 450 SEK (38,21€) cada una.
Realizamos el trayecto en metro hasta la parada de T- Centralen y luego hicimos transbordo al tranvía número 7, frente al centro comercial Ahlens City, hasta la parada de Nordiska Museet/Vasamuseet.
ATENCIÓN: En el tranvía no veréis ningún dispositivo para validar el billete, no te preocupes ya que dentro de todos los convoyes hay un revisor que te pedirá el billete y va a comprobar su vigencia con un dispositivo electrónico.Esto SÓLO pasa con el tranvía, tanto en el metro como en el autobús hay un escáner de billetes antes de acceder al transporte.
Cuando bajamos del tranvía nos quedamos fascinados con la grandeza del Nordiska Museet. En este museo se recoge la historia y la cultura de Suecia y es el museo más extenso del país. Decidimos que no visitaríamos este museo ya que nos llevaría varias horas en explorarlo entero, preferimos destinar ese tiempo a visitar otro museo que de por sí nos llamaba más la atención y a explorar la isla, pero ya que estábamos allí decidimos entrar para ver el hall y dar una vuelta por la tienda.
Nordiska Museum
Al salir del Nordiska Museet, deshicimos un poco el camino hasta los pies del Djurgårdsbron donde encontramos la Blå porten. Esta puerta de forja azul, que se encuentra a mano izquierda del puente, es la única que se conserva en Estocolmo. Ésta se construyó en 1849 y no fue hasta 1965 considerada edificio monumental nacional. Para que tengas una idea esta puerta daba acceso a los cotos reales de caza.
Blå porten
Detalle del centro de la puerta
De allí nos fuimos a la primera visita del día, el Vasamuseet. Cuando entras en el hall del museo encontrarás unas máquinas expendedoras donde podrás comprar las entradas, no te asustes, los menús están en inglés y podrás pagar con tarjeta. La entrada cuesta 170 SEK (14€).
Para entrar en la sala tendrás que pasar un par de puertas que aíslan el buque y lo mantienen seguro de las inclemencias ambientales. Lo primero que harás cuando cruces la puerta es alucinar con el barco, porque es impresionante, y seguidamente te recomiendo que dejes mochilas y abrigos en las taquillas (gratuitas) ya que te aseguro que vas a estar un buen tiempo dentro del museo. A lado de las taquillas encontrarás un stand donde coger un folleto con la información de la exposición y con una audioguía en para el móvil (tanto el folleto como la audioguía lo encontrarás en castellano).
Este museo fue construido expresamente para albergar el buque de guerra Vasa. Éste se hundió el 10/08/1628 en su viaje inaugural, debido a un error de cálculo, en las aguas del Saltsjörn con buena parte de su tripulación dentro.
Por increíble que sea, este barco tan enorme estuvo debajo del agua 333 años y parte de la exposición se explica las labores arqueológicas para sacar el barco de debajo del agua.
Primera imagen que tendrás del barco al entrar en la sala
Zona de la popa
Vista del Casco desde el una planta media
Estuvimos unas 2h largas dentro del museo. Simplemente nos fascinó. Es impresionante ver como un buque que permaneció 333 años bajo el agua se mantenga de la manera que nos ha llegado hasta el día de hoy. Poder ver el barco desde las diferentes plataformas y contemplar la maqueta a escala de como era es algo que te hace entrar de lleno a su historia. Si vas a Estocolmo, ni que sea un fin de semana creo que este es un museo que no te debes perder por nada del mundo.
Detalle del trabajo en madera de la popa
Vista des del punto más alto de las pasarelas
Es complicado sacar una foto general del buque pero lo podrás intentar desde la planta más alta del museo
Al salir del Vasamuseet fuimos a visitar el cementerio que se encuentra entre el Vasamuseet y el Nordiska Museet. En este pequeño cementerio se encuentran enterradas personas relacionadas con la marina. Es muy recomendable dar un paseo por él ya que no va mucha gente y es increíble encontrar este espacio de memoria en tal ubicación.
Cementerio Galärvarvskyrkogården
Nuestra visita a él fue por otro motivo, queríamos visitar el memorial del Estonia. El Estonia era un ferry de pasajeros y coches que realizaba el trayecto Estocolmo -Tallin. Éste sufrió un accidente el 28/09/1994 y acabó naufragando. Debido a este accidente, perdieron la vida 852 personas y supuso una tragedia para ambos países. El memorial tiene forma triangular, emulando un barco, y en las losas de mármol se encuentran grabados los nombres de las víctimas.
Estoniaminnesvården
Nuestro recorrido seguía paseando por la isla de Djurgården hasta llegar al Rosendals Slott. Antes de iniciar el paseo contemplamos la Villa Lusthusporten, construida en 1898 por Karl Möller para un rico comerciante. La obra fue la remodelación de una mansión de estilo italiano, de 1873, a la que le dio un aspecto Barroco/Art Nouveau. Actualmente es el Instituto de Investigación Folclóricas.
Villa Lusthusporten
El trayecto andando, bordeando el lago, es de 1,6 Km, unos 22 minutos. Es un paseo muy agradable ya que las vistas y el paisaje es muy relajante. Durante el camino encontrarás diferentes mapas e indicadores, así que difícilmente vas a perderte.
Paisajes que encontrarás durante el paseo
El Rosendals Slott fue construido para Carlos XIV Juan en 1820. El estilo utilizado fue el estilo imperial sueco y aunque sólo pueda visitarse su interior en temporada de verano te recomiendo, si viajas en otra época que no sea la estival, que te acerques y veas su exterior. La construcción, al no ser muy grande, me pareció una monada y los jardines de alrededor muy coquetos.
Rosendals Slott
Seguimos el trayecto a un punto no muy alejado del Rosendals Slott, esta vez la parada fue el Jardín Botánico del palacio de Rosendals. Este jardín fue diseñado para educar sobre todos los aspectos de la horticultura ecológica. Los invernaderos que encontrarás en la entrada principal fueron mandados construir por el rey Oscar I en 1842 y actualmente albergan una floristería y un café.
Invernaderos del Jardín Botánico del palacio de Rosendals.
Viñedos del jardín botánico
Precisamente en ese café decidimos parar para comer ya que vimos que hacían platos bastante potentes y repleto de suecos disfrutando de la comida. Si decides ir, puede que te confunda su funcionamiento… te cuento como va. Debes pedir el/los platos que quieras en el mostrador (tienen una copia en papel del menú). Una vez pagas, te dan uno de esos chismes que te avisan cuando está lista la comida y una vez vibra debes recogerla en un mostrador diferente al que has pedido.
ATENCIÓN: en Suecia es habitual pedir agua del grifo y ésta no te la cobran (es más hay en la mayoría de establecimientos una fuente donde rellenar tu vaso las veces que quieras). El agua es buenísima y si decides está opción para beber durante la comida no te cobrarán por ella.
Nosotros pedimos una sopa de tomate y cerdo al horno con verduras y todo nos costó 321 SEK (27,21€). Te recomiendo que comas allí ya que el lugar es precioso, los platos contundentes y muy buenos.
Mesa central frente al mostrador con dulces suecos
Sopa de tomate y carne de cerdo estofada con verduritas
Después de comer terminamos nuestro paseo por el Jardín Botánico y nos dirigimos hacia el sur de la isla donde se encuentran los Jardines de Prins Eugens Waldemarsudde. Estos jardines rodean a una mansión, que acoge un museo de arte antiguo, los cuales te ofrecen diferentes vistas muy bonitas de la ciudad. En ellos se encuentra enterrado el Principe Eugenio. Vale la pena acercarse y pasear por ellos ya que no son muy grandes, están muy bien cuidados y las vistas, como digo, son espectaculares.
Waldemarsudde
Molino de aceite Waldemarsuddes
Vistas a la isla de Danviksklippan
Parte de los jardines que rodean la zona
Llegados a este punto habíamos finalizado el recorrido previsto para el día y teníamos por delante buena parte de la tarde. Decidimos que la mejor manera de amortizar el tiempo y resguardarnos del frío y de la lluvia era yendo al Abba Museum, que se encuentra en la misma isla de Djurgården.
Para ir, desde los Jardines de Prins Eugens, nos dirigimos a la parada de tranvía 7 Waldemarsudde, dirección T-Centralen, y nos bajamos en la parada Liljevalchs/Gröna Lund, justo enfrente del museo.
Iba un poco preocupada ya que había leído en multitud de blogs y publicaciones que el museo de Abba era imprescindible comprar la entrada online porque volaban ya que es una de las principales atracciones turísticas de la ciudad. Lo que dijimos es que probaríamos entrar, a ver si quedaban entradas, y sino volveríamos otro día. Tanto nosotros como el resto de la cola compramos la entrada en la taquilla y no nos pusieron ningún tipo de inconveniente. Si quieres ir, advertirte que la entrada no es barata, 280 SEK (22€) pero si eres fan de ABBA, y quieres saber un poquito más sobre el grupo, te recomiendo su visita al 100%.
¡El museo es espectacular! Las salas están montadas de una manera muy original repasando toda su historia, la colección de objetos y recuerdos de los 4 componentes del grupo es asombrosa. Lo más divertido del museo es que hay puntos interactivos en los que podrás grabarte con tu teléfono en una cabina de grabación cantando uno de sus famosos hits, ver en una sala de cine un concierto de la banda, bailar en una discoteca con unos cascos sus canciones, contemplar todos los galardones que les han dado a lo largo de su carrera o ver alguno de sus vestidos más icónicos entre otras muchas cosas. Hacía tiempo que no me lo pasaba tan bien y disfrutaba tanto en un museo.
Mi friki fanatismo empezó en los baños donde te animan a cantar Waterloo mientras te lavas las manos para calcular el tiempo que debes hacerlo.
La primera sala te hace un contexto histórico de cada uno de los miembros antes de que se conocieran
Los trajes y la guitarra que se usaron en la estelar actuación de Eurovisión
Reproducción de la oficina de su productor
¡Las mejores figuras de cera que he visto en mi vida! Parecía que se tenían que echar a andar
Vitrinas con la colección de trajes de los 4 componentes del grupo
Un ejemplar de sacado uno de los discos que han sacado en todas las partes del mundo
Rincón dedicado a la película Mamma Mia! Con materiales originales
Estuvimos unas 2h en el museo y al salir ya era bastante oscuro. Justo al lado del museo de ABBA se encuentra el Gröna Lund, el parque de atracciones de Estocolmo. Estuvimos valorando si entrar pero el cansancio empezaba a manifestarse y mi rodilla empezaba a dolerme bastante así que decidimos pone rumbo hacia el apartahotel a descansar.
Puerta del Gröna Lund
Para ello decidimos cruzar de Djurgården a Gamla Stand en ferry ya que la parada se encuentra justo al lado del Gröna Lund. Cogimos el ferry 82 dirección Slussen. Éste primero hace una parada en Skeppsholmen y luego sigue su travesía hasta Gamla Stand.
Una vez allí nos dirigimos a buscar la línea azul del metro para bajarnos en Stadshagen. Al llegar nos acercamos al Maxi ICA, que teníamos cerca del alojamiento, para comprar algo para cenar y algo de despensa para tener en el alojamiento. La cuenta nos salió por 185 SEK (15,77€).
Ahora ya sí, una vez en el apartamento tocaba relajarnos y descansar para cargar pilas para el día siguiente.
A continuación te dejo un mapa con el recorrido que realizamos durante este día.
Espero que te haya sido de inspiración y te ayude a organizar tu viaje. para cualquier consulta no dudes en escribirme.