Diario de invierno, de Paul Auster

Diario de inviernoPaul AusterISBN: 9788433978295Formato: Rustica con solapas– 248 Págs Editorial: Anagrama

 ¿Para qué necesitamos una sinopsis sin con decir únicamente “autobiografía de Paul Auster” ya lo hemos dicho todo? El día que recogí este libro de su estante sin mirar, como suelo hacer con todas sus obras (porque realmente no importa, seguramente me va a gustar), no sabía lo que iba a encontrarme realmente.
Y cuando vi de lo que trataba realmente, no me sorprendió en absoluto. Porque vino a corroborar lo que yo en el fondo ya me imaginaba: que su vida tiene mucho que ver (por no decir todo) con lo que escribe. ¿Acaso no me había dado cuenta antes de que esos personajes masculinos, jóvenes y perdidos, rozando en algunos momentos la depresión, no son más que el mismo?
Para contarnos sus vivencias en este caso utiliza un estilo dirigido directamente al lector, tratándole de tú a tú: “imagina que eres” “imagina que te sucede…”, así es como comienza la novela, y automáticamente pasas a vivir su vida y a integrarte con su persona.
No se trata de una biografía al uso (aparte de porque esta novelada), ya que ordena nos recuerdos por temáticas mas que por orden cronológico: sus amores, sus experiencias con la muerte, las casas en las que ha vivido…. No sabes que va a venir después porque no sabes que pensamiento encadenará a raíz de todo aquello.
Sorprende una vez más la fluidez con que he devorado las paginas de este libro, a pesar de que el texto no es sencillo en absoluto, además de carecer de la lógica y la estructuración de una mente joven. Y esto no lo digo yo, lo dice el  propio Paul Auster. Porque, como supongo que los años afectan a la manera de recordar las cosas, en esta novela va bailando y conectando recuerdos sin criterio definido.
Porque esto fue escrito en 2011, cuando Auster acababa de cumplir los 64 años. De hecho, Diario de invierno no fue más que un reinicio de sistemas antes de entrar en lo que él define como el invierno de la vida, con eses pesimismo que le caracteriza.
Por supuesto, todo esto corrobora esa imagen que yo ya tenía del autor: melancólico, soñador y triste a un mismo tiempo. Sin embargo, también he descubierto cosas nuevas que me ha encantado conocer: que es adicto a las gominolas, judío, sufre insomnio… Muchas cosas pequeñas, que aunque parezcan una nimiedad, a mi me han resultado interesantes porque le hacen más humano y mas real.
En definitiva, una joya par los amantes de Auster que permitirá entender mejor su obra y acercarte a este personaje tan especial, con el que la mayoría de las veces no soy muy objetiva. Pero como suelen decir, este es uno de esos autores fetiche, que o lo amas o lo odias. Y yo creo que me enamoré desde el primer momento…