Revista Sociedad
Todas las mañanas cuando llego al despacho abro la página web de la Junta, y ahí está nuestra presidenta, con los brazos abiertos en mitad del discurso de investidura… ese gesto me recuerda al que adoptan los curas en la Iglesia, en mitad de la homilía o de una oración, y quizá de alguna manera María Dolores de Cospedal está invocando a Dios para que le ayude a sacar adelante a la Comunidad Autónoma…Y, como la Cospe, así estamos todos en Castilla-La Mancha, con ese gesto, a la espera de que después de dos meses las cosas se empiecen a mover, aunque sea por intercesión divina…No me canso de decir lo orgullosa que estoy de tener una presidenta, de lo bien que puede venirle a la administración autonómica el cambio político, pero en ese mismo sentido, tengo ganas de que el poder político empiece a ser, realmente, ejecutivo…Por de Nereida del Toboso